Ecuador define quién será su próximo presidente el domingo 15 de octubre. Aunque en algún momento el continente se tiñó momentáneamente de rojo, empiezan a sonar campanas de cambio en la región.
En Argentina se espera el triunfo de Javier Milei y en Ecuador la diferencia viene acompañada no solo de doctrina política sino un recambio generacional. Daniel Noboa, de apenas 35 años, se perfila como el siguiente presidente y además vencedor por encima de la candidata del socialismo del siglo XXI, Luisa González.
De acuerdo a las últimas encuestas Noboa supera a González con el 54% de preferencia contra el 45%. Aunque puede parecer superfluo, la última campaña de Noboa causó furor. Imprimió en masa cartones de tamaño real de su persona. Se volvió tendencia en redes sociales y se difundió masivamente en televisión.
El rol de la primera dama
La esposa de Noboa tuvo un rol protagónico en dicha campaña y en general. En total contraposición a la división social y revanchismo que alimenta el socialismo, apeló al humor. Lavinia Valbonesi decía en redes sociales «ya me enteré que se están robando a mi marido». Pues camionetas enteras llevaban réplicas del candidato. Desde peluqueras hasta amas de casa, jóvenes, ancianos, mujeres, hombres y niños; todos querían llevarse su propio «Daniel Noboa». Su rival intentó hacer algo similar, pero analistas en el tema consideran que se sumó tarde a la tendencia.
Además, junto a Lavinia, que está embarazada de 5 meses del segundo hijo de ambos, Noboa ofrece una familia unida. Y su esposa ya anunció que el bebé nacerá en el palacio presidencial. Y la vida siempre produce esperanza, algo nuevo, el comienzo de la siguiente generación.
Así cerró Noboa el segundo debate: con esperanza. Sobre todo, las redes sociales permiten una interacción constante y continua que dio sensación de cercanía con el candidato. La aspirante a primera dama, estuvo junto a él tanto en las brigadas médicas lideradas por su suegra -que es médico- como en cada acto público de su marido.
El voto joven es decisivo
En vista que la población joven es la que más votará (en número) en esta elección, ambos candidatos apelaron a ese sector. Las personas entre 18 y 29 años son el 25,7% del padrón electoral. Suman alrededor de 3,4 millones de personas en una población que ronda los 18 millones.
Dicho rango etario demostró que prefiere un candidato con soluciones por encima de disputas. Eso posicionó a Noboa en el primer debate. Priorizó propuestas sobre pleitos. Mantuvo esa misma calma en el segundo debate. Aunque parte de los adultos mayores lo vieron como una falta de actitud y muchos anunciaron que no lo acompañarían, las últimas encuestas muestran que los jóvenes mantienen su voto y los eventuales votos nulos no superan apenas el 9,1 %.
Luisa González no sería la primera mujer presidente
Cabe destacar que por primera vez en la historia Ecuador adoptó la «paridad de género». De manera que el binomio presidencial debe estar compuesto por un hombre y una mujer. El correísmo fue el único partido que presentó una mujer como candidata a la presidencia, puesto que los demás emplearon la figura femenina para la vicepresidencia.
Se han jactado de posicionar a la primera mujer «presidenta». Sin embargo, el Ecuador ya ha tenido mujeres que ocuparon el cargo de presidente. Primero en el periodo español, «presidenta» correspondía al cargo que ocupaba la esposa del presidente. Ella presidía ante la ausencia de él, cual monarca.
En el periodo republicano fue electa vicepresidente una mujer: Rosalía Arteaga. Tras quedar destituido su binomio, Abdalá Bucaram, ella ocupó la silla presidencial. Aunque duró poco su mandato, usó la banda presidencial.
Pero el correísmo es experto en cambiar la historia para acomodar su discurso. Tanto que ostentaba que la democracia nació el 30 de septiembre del 2010, cuando el exmandatario acusó que sufrió un intento de golpe de Estado. Es decir, desconectó a la nación de la historia de Occidente y el mundo, pues la democracia nació en la Antigua Grecia, siglos atrás. Fiel a su ideario marxista están en guerra con el pasado para dominar el presente.
Y sobre todo la candidatura de González ha demostrado hasta ahora ser lo mismo que ha sido la paridad de género en otros países (sobre todo en México). Sirve como herramienta política para que hombres poderosos usen a mujeres como pantalla a su favor. Pues la misma Luisa anunció que Correa sería su principal asesor.
Eso lo ve el votante promedio. Aunque en la segunda vuelta la abanderada izquierdista exclamó que la candidata es ella y buscó reformular su discurso, el ciudadano sabe que González sería no solo funcional al retorno del prófugo de la justicia, sino un peligro para la democracia; en tanto el correísmo podría eternizarse en el poder, al anunciar que pretende cambiar la Constitución. Pese a que ya lo hicieron en el gobierno de Correa, tienen la intención de hacerlo de nuevo.
La mayoría de los ecuatorianos se han manifestado en contra. Ven con mejores ojos a un candidato que genera empleo y tiene vocación social que a una candidata que solo ha trabajado en el Estado, y que por ende nunca ha estado en el sector productivo.