MANAGUA.- El Ministerio de Gobernación de Nicaragua ordenó el cierre a de otras 25 instituciones benéficas y organizaciones no gubernamentales en el marco de una campaña represiva del régimen de Daniel Ortega para controlar las ONG activas en el país.
La dictadura de Ortega argumentó que doce de las organizaciones canceladas incumplieron la ley al no declarar su situación financiera en un periodo de entre dos y 30 años, según recoge el diario oficial de Nicaragua, La Gaceta.
Las otras trece organizaciones han sido canceladas por las llamadas disoluciones voluntarias, una figura impuesta por el régimen a través del Ministerio de Gobernación nicaragüense para obligar al «cierre voluntario» de este tipo de instituciones.
Fuerte arremetida de la dictadura
El Ministerio de Gobernación delega ahora a la Procuraduría General de la República, también en manos de la dictadura, el traspaso de los bienes muebles e inmuebles, lo que para los críticos a Ortega supone una confiscación de las propiedades de las ONG, una medida que el sandinismo ha aplicado a sus adversarios desde 1979 con la primera dictadura sandinista.
En la actualidad, el régimen de Ortega ha cancelado más de 3.500 organizaciones sin ánimo de lucro desde el año 2018, fecha en que el régimen aprobó una restrictiva legislación en medio de la represión armada contra las protestas civiles, que dejó más de 35 muertos, más de 2.000 heridos y miles de exiliados.
Pero el propio Ortega ha acusado a las ONG de recibir financiamiento “del imperio”, en alusión a Estados Unidos, para “desestabilizar” a su régimen, especialmente durante la revuelta social de 2018. Organismos de derechos humanos, a su vez, aseguran que la estrategia sandinista es debilitar a la sociedad civil a través de la desaparición de las ONG.