El regreso del petróleo venezolano al mercado internacional está provocando alteraciones en la dinámica comercial de crudo y sus derivados. Si hace un par de semanas era noticia el desorden entre vendedores y compradores para ponerse de acuerdo sobre los precios y cómo eso venía impactando en el mercado chino, ahora entran en escena los proveedores de petróleo ruso e iraní.
Ambos países están aumentando los precios de oferta a China a medida que el crudo venezolano sube por el alivio de sanciones estadounidenses al chavismo. Es el resultado del incremento de la competencia por el petróleo.
El alivio de sanciones no solo beneficia al chavismo, urgido por aumentar su acceso a recursos. Los regímenes de Teherán y de Moscú también estarían sacando provecho económico al subir la cotización del barril de petróleo. Y es que el incremento de los precios del crudo venezolano “ha disuadido a los compradores chinos que luchan con márgenes estrechos y cuotas de importación limitadas, empujándolos hacia los grados ruso e iraní”, reporta Reuters. En otras palabras, el mercado internacional termina fluctuando de manera que parece beneficiar a la industria petrolera de estos países.
Tocando la puerta de PDVSA
Ya hay registros de cómo han aparecido nuevos compradores de petróleo venezolano luego de la flexibilización temporal que concedió el Departamento del Tesoro de EE. UU. Mientras esos permisos se mantengan, el escenario va a expandirse. Prueba de ello es la aparición de Vitol Group, el mayor operador independiente de petróleo del mundo, que contrató un superpetrolero para cargar crudo venezolano con destino a China.
Las refinerías estadounidenses PBF Energy Inc y Marathon Petroleum Corp también dicen presente al aumentar la compra de petróleo venezolano. En paralelo, la española Repsol y la italiana Eni restablecieron negocios con PDVSA mientras refinerías indias reanudaron las compras a través de intermediarios. Chevron también obtuvo una licencia para reactivar la producción y reanudar las exportaciones desde Venezuela. Otras compañías miran atentas el comportamiento del mercado y de la duración del alivio de sanciones para posiblemente activar negocios Caracas.
Uno de los aspectos que explica la agencia de noticias es que en dos meses los descuentos al crudo venezolano entregado a China “se han reducido a 11 dólares por barril desde 20 dólares por debajo del precio de referencia ICE Brent”. Eso desaceleró la demanda de las teteras (refinerías independientes chinas), mientras que las refinerías indias y las casas comerciales internacionales como Vitol, Gunvor y Trafigura “han reanudado las compras con el levantamiento de las sanciones”. El resultado es que los compradores chinos terminan posando su mirada sobre “el siguiente petróleo más barato, que proviene de Rusia e Irán”. No se puede olvidar que sobre ambos regímenes todavía pesan sanciones internacionales.
Expectativa por el fin de la apertura
En todo caso, lo que ocurre por estos meses es la reconfiguración de un mercado que había prescindido del crudo venezolano. La comercialización que el chavismo puso en práctica usando barcos fantasmas no pudo igualar las ventas que antes se hacían de forma oficial. Las sanciones estadounidenses terminaron castigando a la dictadura, que usó la industria petrolera como caja chica para actos de corrupción.
Además, el alivio de sanciones pende de un hilo, ya que el Gobierno estadounidense condiciona la permanencia de la flexibilización al cumplimiento por parte del régimen chavista de los acuerdos firmados en Barbados con un sector de la oposición para permitir la celebración de elecciones libres, lo que incluye el levantamiento de las inconstitucionales inhabilitaciones. Pero las señales que ha mandado la dictadura van en dirección contraria.
Los compradores parecen estar consciente de eso. Tal vez por esta razón se ha observado en imágenes satelitales en los últimos días una gran cantidad de barcos cargando en puertos venezolanos con el muy probable objetivo de apresurarse a zarpar antes del fin de la fugaz apertura.