Mientras la política mundial se tambalea por el inicio de nuevos conflictos y el recrudecimiento de los ya existentes, la dinámica del mercado petrolero favorece a rivales de Estados Unidos como China, que reportó cifras récord en sus refinerías, las cuales procesaron 734,8 millones de toneladas métricas de petróleo crudo en todo el año 2023, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (BNE). Esto equivale a unos 14,7 millones de barriles por día (bpd).
Si se compara la última cifra con los 13,5 millones de bpd en 2022, esto significa que el gigante asiático logró un incremento de 9,3 %. El crecimiento se mantuvo en todos los meses del año pasado “con expansiones más fuertes entre julio y octubre, cuando la demanda interna de combustible de China se recuperó a medida que más personas viajaron en automóvil y avión”, según reseña un reporte de Reuters.
Hay movimientos que explican cómo Pekín está logrando fortalecer su capacidad de refinación luego de la pandemia. Tiene que ver con el petróleo que conseguía con descuento de parte de la dictadura venezolana y del régimen iraní debido a las sanciones estadounidenses. Al no poder vender libremente, ambas tiranías bajaban el precio del crudo para captar compradores.
A partir de octubre de 2023, el gobierno demócrata de Joe Biden otorgó un alivio temporal de sanciones al petróleo y el gas venezolano, lo cual abrió nuevos escenarios. Previo a eso, el régimen chavista burlaba las restricciones impuestas por Washington, consiguiendo así ingresos para mantenerse aferrado al poder sin preocuparse por el deterioro de la industria petrolera, según muestra el balance de la producción china del año pasado.
PetroChina espera respuesta de PDVSA
Con la apertura a los mercados petroleros que consiguió la dictadura venezolana luego del alivio de sanciones concedido por Biden, los primeros reportes indicaron un desorden de los precios en el escenario internacional. Entonces, las refinerías chinas independientes (también llamadas teteras) centraron su atención en la nueva dinámica debido a que “el rango de descuento se volvió impredecible”.
Mientras se calman las aguas, sigue sobre la mesa la oferta que la estatal PetroChina hizo a la venezolana PDVSA. Se trata de la compra de hasta ocho millones de barriles mensuales de crudo venezolano. La propuesta se dio a conocer en noviembre de 2023 y todavía se desconoce la respuesta del chavismo.
Sin embargo, de aceptar, es probable que la refinación china aumente. No solo porque el gigante asiático es el segundo mayor consumidor de crudo del mundo, al representar 14 % de la demanda total (solo por detrás de EE. UU.), sino porque una vez refinado, el país lo envía al extranjero en forma de diésel y combustible de aviación. Eso representa millones de dólares en ingresos.
El mercado petróleo entre guerras y sanciones
Partiendo del récord que registraron las refinerías chinas, Rusia e Irán también se benefician del hecho de que Venezuela entre de nuevo en el tablero del mercado petrolero al subir la cotización del barril de petróleo.
Adicionalmente, es posible que el crudo de PDVSA desplace al canadiense. A eso apuntaban estimaciones recientes debido a que tanto la española Repsol como PetroChina se mostraron interesadas en cerrar nuevos tratos con el chavismo. Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, declaró entonces que esperaban que “aumentara la disponibilidad de crudo pesado para nuestras refinerías”.
Eso coincide con nuevas declaraciones del régimen de Nicolás Maduro sobre la previsión de un “crecimiento acelerado” de su producción petrolera. Mientras tanto, el chavismo sigue sin cumplir con su parte de los acuerdos firmados con la oposición en Barbados bajo la mirada de Washington. Del otro lado del mundo, en el canal de Suez, el paso de buques comerciales cayó 39 % desde el inicio de los ataques de los hutíes en el mar Rojo, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). El petróleo, productos químicos y minerales no metálicos son los más afectados. La consecuencia inevitable podría ser el aumento de los precios, pero nada está definido por el momento.