Tras 45 días de Gobierno, el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, ha decidido prescindir del ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro. Su cartera se va a convertir en una Secretaría de Estado bajo el mando del ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo.
Aunque Milei aprovechará así para reducir costes del Gobierno de nuevo, parece que en esta ocasión el motivo principal no ha sido este, sino el descontento del presidente con el ya exministro, que habría filtrado parte del contenido de una reunión del Ejecutivo, y en concreto una frase suya en la que afirmaba que iba a «dejar sin un peso» a los mandatarios provinciales si no apoyaban la aprobación de la ley ómnibus en el Congreso, a través de sus diputados.
Ferraro es economista de formación, llegó a militar en el peronismo y trabajó en las administraciones provinciales de Antonio Cafiero y Eduardo Duhalde. Hace ya varios años que fichó por el partido de Mauricio Macri, ocupando puestos de gestión de la Ciudad de Buenos Aires.
Se trata de la primera salida de peso del gabinete de Milei, mes y medio después de su toma de posesión. Hasta ahora los ceses más destacados se habían producido en las áreas de la Secretaría de Medios, en Capital Humano y en Salud, pero a nivel de secretarios o subsecretarios.