La consigna parece ser que, si no es posible apartar a Trump de las urnas tirando de «lawfare», lo siguiente mejor sería arruinarle por completo. Y lo último ha sido la sentencia por la que el juez Arthur Engoron multó el pasado viernes a Donald Trump y a la Organización Trump en un caso civil de fraude por más de 350 millones de dólares, además de prohibirle hacer negocios en Nueva York durante tres años.
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, lleva desde su nombramiento obsesionada por llevar a Trump a la quiebra. Trump, naturalmente, no se ha quedado callado. «Un juez corrupto del estado de Nueva York, a las órdenes de un fiscal general totalmente corrupto que se postuló con el lema de ‘Voy a atrapar a Trump’ sin saber nada sobre mí o mi empresa, acaba de multarme con 355 millones de dólares sólo porque levanté una gran compañía», denuncia Donald Trump en su propia red social, Truth. «Injerencia electoral. Caza de Brujas!», agrega.
«El sistema de justicia en el estado de Nueva York, y en Estados Unidos en su conjunto, está sufriendo el ataque de jueces y fiscales partidistas, engañados y parciales. La racista y corrupta fiscal Tish James lleva años obsesionada por «pillar a Trump» y ha utilizado al deshonesto juez del estado de Nueva York Engoron para forzar un fallo ilegal y antiestadounidense contra mí, mi familia y mi magnífico negocio. Ayudé a la ciudad de Nueva York durante sus peores tiempos, y ahora, cuando está invadida por la delincuencia violenta de los inmigrantes de Biden, los radicales están haciendo todo lo posible para echarme…».
Y según el expresidente, Engoron conspiró con la fiscal general de Nueva York, Letitia James. «Esta interferencia electoral y el abuso tiránico de poder por parte de un juez y un fiscal general corruptos no se pueden tolerar. Ya gané el caso en la División de Apelaciones y se eliminaron más del 80% de las frívolas reclamaciones. Pero, como sospechaba, y para perjudicarme políticamente a mí y al Partido Republicano, el juez corrupto Arthur Engoron ignoró su derrota en la División de Apelaciones e impuso una escandalosa multa de 355 millones de dólares en mi contra, utilizando un estatuto que nunca antes se había aplicado de esta manera. El juez corrupto conspiró con la corrupta fiscal general, Letitia James, y castigó a un hermoso y saneado imperio corporativo que comenzó en Nueva York y ha tenido éxito en todo el mundo…».
«No hay víctimas y nadie ha testificado que haya habido fraude. Los testigos reales establecieron que mi patrimonio neto excedía el informado en mis estados financieros, ya que esos estados nunca incluyeron mi activo más valioso: la marca TRUMP. El testigo experto de gran prestigio dijo que mis cuentas estaban entre las mejores que había visto. Pagué más de 300 millones de dólares en impuestos a la ciudad y al estado de Nueva York, y quieren echarme. Son lunáticos enloquecidos que están destruyendo todo a su paso. Todo comienza con la decisión de Biden de lanzar ataques contra su oponente político». Trump también dijo que apelaría la decisión de Engoron.