LA HABANA.- El gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaron una renovada determinación para avanzar en el proceso de paz, tras días de incertidumbre debido al congelamiento temporal de las negociaciones por parte de la guerrilla.
En un comunicado, ambas partes destacaron el análisis de los avances logrados hasta el momento, así como los desafíos que enfrenta la mesa de diálogos. Se comprometieron a mantener un curso constructivo para asegurar el progreso continuo del proceso de paz. Además, acordaron llevar a cabo una evaluación exhaustiva durante el próximo séptimo ciclo, programado para abril en Venezuela.
Este compromiso se produce después de una reunión de dos días en la capital cubana, convocada a solicitud de los países garantes del proceso. Durante el encuentro, se destacaron los resultados positivos obtenidos y se reiteró la confianza en que ambas partes seguirán avanzando hacia la consecución de acuerdos y la superación de los desafíos mediante el diálogo.
En febrero, el ELN había cuestionado la celebración de diálogos regionales en el departamento de Nariño, considerándolos ajenos al proceso nacional. Sin embargo, este nuevo compromiso refuerza la voluntad de ambas partes de mantener el impulso hacia una solución pacífica y duradera.
Negociaciones con desafíos
Las negociaciones entre el gobierno y el ELN se han llevado a cabo en medio de diversos desafíos, incluyendo paros armados, incidentes violentos y tensiones con otros grupos armados. Sin embargo, ambas partes han mostrado una disposición continua para abordar estos desafíos y avanzar hacia la paz.
El gobierno de Gustavo Petro continúa apostando por una salida dialogada al conflicto armado, en línea con el histórico acuerdo de paz de 2016 que desarmó a las FARC. El ELN, presente en la escena armada desde 1964, cuenta con un pie de fuerza significativo y una red de apoyo que presenta desafíos únicos para las negociaciones.
Con millones de víctimas y décadas de conflicto a sus espaldas, Colombia enfrenta el desafío de consolidar la paz y abordar las causas subyacentes de la violencia, incluyendo el narcotráfico, que sigue siendo una preocupación central en la región.