Genaro Mosquera,
El rescate de la Democracia, es el norte para reconstruir a Venezuela basada en la exigencia popular para desarrollar una acción inteligente para el rescate de la institucionalidad la cual fue secuestrada por un régimen autocrático que perfecciona sus acciones usando la represión y la perdida de la libertad en camino directo a una dictadura. La situación política de Venezuela se torna polarizada, se observan dos tendencias, la primera, integrada por los que deseamos el cambio de régimen de manera inmediata considerando entre muchas cosas, el efecto político y el impacto social de las acciones del régimen las cuales han afectado a la población y arruinado al país. La segunda tendencia, integrada por los que forjaron las negociaciones que indirectamente contribuyen a dejar vivo al sistema socialista fortaleciendo la estrategia de ir a una sociedad comunal.
Los integrantes de esa segunda tendencia se hacen cómplices de convertirnos en un país comunista. Impulsan directamente ir a elecciones fraudulentas, hacerle el juego al régimen incorporando a la plancha de candidatos a media docena de dirigentes desclasados en una afrenta directa a la voluntad popular quien eligió democráticamente en elecciones primarias a su candidata. Con esa actitud conscientemente se han embarcado en ya no la cohabitación que han tenido a largo del tiempo que tiene el chavismo-madurismo en el poder, sino que con perversa y egoísta acción justifican sus aspiraciones con la tesis demagógica de acompañar al régimen a montar una farsa electoral y de paso jugar por bandas, acompañándolos en su eterna solicitud del levantamiento de sanciones internacionales, de inmunidad a la delincuencia narcotraficante individual y como consecuencia contribuyendo con sus acciones a acomodar unas elecciones manipuladas, apoyar egoístamente las inhabilitaciones políticas, y manejar la complicidad a su conveniencia.
Este perfil muestra el comportamiento de los alacranes quienes en el fondo intentan reventar la candidatura de Maria Corina Machado, y erigirse en cómplices del capo mayor para mantener a este en el poder, beneficiarse nuevamente de la situación y de las bondades del gansterismo. Nuevamente, dirigentes de la oposición oficial lanzan sus consignas de acompañar la estrategia del régimen de ignorar los acuerdos negociados en Barbados contribuyendo a la supervivencia de los comprometidos y responsables del desastre nacional. Es casi insólito como personas que se auto postulan como dirigentes, caen en la celada de defender públicamente unas elecciones que preservan el modelo fraudulento, solo citaremos por enésima vez su patrón: registro electoral defectuoso, millones de jóvenes que no le permiten inscribirse, y nada más ni nada menos que dejar afuera del sistema a cuatro millones de votantes que viven en el exterior y aplauden públicamente el argumento que ellos se mudaron a países enemigos del régimen y la ausencia de consulados impide el proceso
Para completar su aberrante acción, se enrolan en la Asamblea Nacional en una fanfarrea teatral donde en acto publico anuncian un “Acuerdo Nacional” sobre las garantías electorales y el calendario y, fanfarronean con la frase “que es producto de una gran jornada de dialogo y que fue rubricado por la firma de 152 representantes de la vida política nacional
encabezada por los más connotados dirigentes del país” y que con su torpe juicio afirman que “representan al 87% de la oposición venezolana”, tamaña mentira contrastante de la voluntad popular que los desprecia y les ha tildado con el título nobiliario de Alacranes.
Es histórica la confabulación que han montado, despreciado elementos fundamentales como el acompañamiento internacional resaltando que en “estricta defensa soberana e independencia no haya presión externa y que en términos prácticos le cierra la puerta a la Unión Europea afirmando que no pueden ser observadores para meterse en los asuntos internos del país. Extienden el exabrupto, cerrando la opción del voto al éxodo afirmando la ausencia de representación consular en países enemigos, de paso descalificando a los jefes de Estado con expresiones vulgares y fuera de tono. Y como si fuera poco ordenan desvergonzadamente la regulación de las redes sociales para prevenir la instigación odio de sus adversarios.
“La componenda montada a todo trapo, fue acompañada de un acto político con la complicidad de despechados seudo lideres políticos que han sido puestos de lado por la sociedad venezolana, y para que no quede dudas es necesario señalarlos para la historia del devenir histórico del país: Ellos constituyen una lista, de firmantes de la Partido Socialista Unido de Venezuela, diputado Diosdado Cabello (PSUV/Monagas); Ilenia Medina del partido Patria para Todos (PPT); Bernabé Gutiérrez del Partido Acción Democrática (AD); Pablo Zambrano de Fuerza Vecinal (FV); y Claudio Fermín, del partido Soluciones para Venezuela. Luis Parra, del Movimiento Primero Venezuela (MPV); Leocenis García, Coordinador Nacional de Prociudadanos (PRO); Javier Bertucci del Partido El Cambio (EC), la diputada Vanessa Montero, del Movimiento Somos Venezuela (MSV) y Didalco Bolívar en representación del partido por la Democracia Social (Podemos).
Juan Barreto, del partido Redes de Respuesta de Cambios Comunitarios (Redes); Juan Carlos Alvarado del Comité Organización Política Electoral Independiente (Copei); el diputado Ricardo Sánchez, del partido Alianza para el Cambio (APC); Luis Ratti, Independiente; Agustín Berríos, de la Confederación Nacional Democrática (Conde); Gloria Pinho, del Movimiento Político Por Ti Venezuela; Daniel Ceballos, del Partido Arepa Digital y el diputado Gilberto Giménez, del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP).
Asimismo, el diputado Henry Hernández por el partido Unidad Popular Venezolana (UPV); Henry Parra del partido Comunista de Venezuela (PCV), José Antonio España por el partido Enamórate Venezuela; Bruno Gallo, por el partido Avanzada Progresista (AP); Erick Rangel del Partido Verde de Venezuela, Mario Valdez el Movimiento Republicano (MIR), Williams Benavides del partido Tupamaro; y Chaim Bucaram, de Venezuela Unidad.
José Noriega, del partido Voluntad Popular (VP); Oliver Ponce, del Partido Cambiemos Movimiento Ciudadano (CMC); Olga Morey del partido Compromiso País (Compa), Francisco Pérez del partido Puente, Mauricio Pérez del partido Unidad Republicana (PUR), el diputado independiente Carlos Melo; y de Frederick Villegas, secretario general de Centrado.
Arkiely Perfecto, del Movimiento Gran Alianza Nacional Alternativa (Gana), también firmó. Así como Yamir Alberto Tovar del Partido Acción Nacional; Omar Ávila, secretario general de Unidad Visión Venezuela. Por el Movimiento de Acción Nacionalista, Mérida Cabrera; María Fajardo del Partido Opinión Nacional (Opina); Ana Paula Deniz del Partido Unión y Progreso; Gustavo Daza del Partido Movernos; Erick Ondarroa del partido Alianza del Lápiz (Lápiz), Misael Tineo de Actívate Venezuela; Alejandro Aguilera, del partido Movimiento Ecológico de Venezuela (Movev), Jhon Lima del partido Caracas para Todos, Yoel Mendoza del partido Creando País; Alison Álvarez, del Partido innovación Nacional por Venezuela (Innove).
Rafael Atacho del Partido Nuevas Ideas Ciudadanas; Leonaldo Bravo, del Movimiento Renovación Avanzada para la transformación de Todos los Independientes; Alfredo Boscán del Movimiento de Integración Nacional (MIN Unidad), Wilfredo Seijas del Movimiento Político Integra; Wilmer Alexander Alcalá del Movimiento Humanista de Venezuela; Pedro Veliz de Bandera Roja, Ricardo Samsone del partido Electores Libres; José Ramón Zacarías del Partidos Independientes por la Comunidad Internacional (IPCN); Julio Scivoletto de Todos Unidos por Venezuela.
Firmaron asimismo los representantes del sector empresarial, así como la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecamaras); Conindustria, Apyme Automotriz, Canimev, la Asociación Venezolana de Hidrocarburos, Cámara Petrolera, Conapri, Fedeagro, la Asociación Petrolera Petropymi, Cámara Venezolana de Petróleo y Fedeindustria.
Finalmente, cabe mencionar que firmaron los representantes de distintos movimientos sociales, estudiantiles, científicos, religiosos y culturales, además de los rectores de las principales universidades e instituciones académicas.” Estos últimos deseamos saber cómo y a quien representan, o quien los autorizó para tal despropósito, pero no hay nada oculto que no nos permita identificarlos.
No hay contraparte política integral efectiva ante el pueblo y los connotados representantes del régimen, sino de seudo lideres que rinden pleitesía de manera vergonzosa ante ellos, por supuesto a una ilícita Asamblea y a un Tribunal desprestigiado y entregado, por lo tanto, hay que desarrollar con mucha claridad los objetivos operacionales del movimiento cívico apoyado masivamente por la sociedad civil como elemento representativo de los deseos y voluntad del venezolano de cambiar un modelo político corrompido, delincuencial y tirano.
Esos dirigentes que no tienen representatividad, con aspiraciones a ser candidatos intentando quebrar la Gran Alianza Nacional no tienen ninguna fuerza pública la cual no pasa entre todos ellos de un miserable cuatro por ciento, y se alejan cada vez más de los objetivos del pueblo; solo desean permanecer dentro de la esfera de la burocracia oficial, y son incapaces de jugar claro. Se conforman con algún cargo público o curul ilícito -sin mando de ningún tipo-, pero estimulados por el aprovechamiento de su supuesta influencia en beneficio propio. A ese tipo de sujetos no le interesan los deseos del pueblo sino los de sus grupetes particulares y, dan la espalda a las mayorías que apoyan al sistema democrático.
Solo la protesta pragmática, masiva y categórica marca las prioridades, Frente a la realidad familiar y laboral se está focalizado la protesta que el sistema ha inducido en la calidad de vida del venezolano y, muy especialmente en la pérdida de libertad. En ese sentido, habrá que cambiar de táctica, es decir, ampliar el nivel de protesta hasta ahora limitada al requerimiento de un incremento de un salario pírrico, que seguramente no será jamás atendido. La protesta debe ampliarse en beneficio de otros elementos, los centenares de presos políticos, el rescate de una política económica, del derecho a la educación, la exigencia de resolver el insuficiente y pésimo servicio público, Pero También lo es. la ausencia de libertades, la violación a los derechos humanos, el desprecio de haber elegido democráticamente al verdadero liderazgo de la oposición y, la exigencia de participar decididamente en unas elecciones limpias mediante un proceso electoral transparente y en condiciones democráticas, esa es la lucha en la cual no cesaremos.