WASHINGTON.- Con el objetivo de promover e incentivar la asociación de comercio entre los países del hemisferio occidental y contrarrestar el avance comercial y geopolítico de China en la región, un grupo bipartidista de legisladores estadounidenses presentó el proyecto de Ley de las Américas.
Los representantes María Elvira Salazar, republicana por Florida; Adriano Espaillat, demócrata por Nueva York; y los senadores Bill Cassidy, republicano de Luisiana; y Michael Bennet, demócrata de Colorado, presentaron la iniciativa legal que busca unir «a las democracias de nuestro Hemisferio a través del comercio, la inversión y un compromiso compartido con la libre empresa», señalan los legisladores a través de una nota de prensa.
«Ya es hora de que liberemos todo el potencial económico de Estados Unidos y América Latina. La Ley de las Américas es LA SOLUCIÓN para hacer crecer nuestra economía y traer estabilidad al hemisferio”, dijo la representante Salazar y añadió que el proyecto «creará oportunidades comerciales y empleos de clase mundial en Miami, ayudará a nuestros aliados en América Latina, generará resiliencia para las cadenas de suministro estadounidenses y combatirá la influencia de China».
Préstamos
La ley ofrecerá a los socios de EEUU en Latinoamérica aliarse al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Canadá y México, bajo el compromiso de «reducir la corrupción, respetar el estado de derecho, apoyar la democracia y los derechos humanos».
A través de la Ley de las Américas se esperan entregar 60.000 millones de dólares en préstamos y 10 mil millones de dólares en incentivos fiscales con el objetivo de que empresas estadounidenses retornen sus operaciones a EEUU.
En una conferencia de prensa, según Salazar, los contribuyentes estadounidenses no se verán impactados por esta ley, pues los proyectos que de ella se desprendan se pagarán con el cierre de las lagunas arancelarias que China ha usado.
La congresista señaló que en los últimos 25 años, el comercio chino en América Latina aumentó en un 3000% y que se ha convertido en el socio comercial más importante en América del Sur. Además, resaltó que China “da oxígeno económico a Cuba, Venezuela y Nicaragua».
Durante años, China ha estado buscando expandir su influencia en América Latina y para lograrlo se ha valido de acuerdos comerciales, inversiones en infraestructura y la extracción de minerales.
La amenaza
Analistas han aseverado que China ha llevado a cabo una estrategia de penetración en América Latina, pero que su influencia varía según el país y los recursos que necesita para su sector manufacturero.
Esto encendió las alarmas en EEUU desde hace años, que lo ve como una amenaza a sus intereses en la región, considerada su área de influencia geopolítica.
El senador Cassidy señaló que es necesario poner el foco en el hemisferio occidental para que la manufactura regrese a EEUU «y poner fin a la creciente influencia de China». Indicó que la Ley de las Américas hará «más resilientes» a las economías del hemisferio y los gobiernos serán «más estables».
Por su parte, el senador Bennet manifestó que EEUU no ha «logrado ofrecer» a la región «una alternativa económica convincente a la creciente influencia de China». En ese sentido, defendió que el proyecto de Ley de las Américas «crea una oportunidad para que Estados Unidos renueve nuestras asociaciones en América Latina y el Caribe, fortalezca el estado de derecho, profundice la prosperidad económica y adopte nuestros valores en una lucha compartida por la democracia”.
En tanto, el representante Espaillat consideró que “la Ley de las Américas es una herramienta de creación de empleo multimillonaria para Estados Unidos y sus aliados en América Latina y el Caribe”.
«Con sus préstamos de relocalización y deslocalización cercana, beneficios fiscales y otras subvenciones específicas para trabajadores en casa y en nuestros países socios del hemisferio occidental, la Ley de las Américas devolverá empleos e inversiones a nuestro hemisferio y frenará las causas fundamentales de la migración al poner más dinero a los bolsillos de las familias trabajadoras”, opinó.
Añadió Espaillat que la Ley de las Américas reforzará dos de las industrias exportadoras más grandes e importantes para los socios comerciales de EEUU en el hemisferio occidental.
«La Ley de las Américas representa la pieza legislativa más transformadora en beneficio del hemisferio occidental en dos décadas”, señaló.
El representante Mike Gallagher, presidente del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino, también se unió al proyecto de ley como copatrocinador.
“Si nuestra dependencia de la fabricación china y nuestra falta de producción nacional y aliada suficiente no se abordan adecuadamente, nuestra cadena de suministro seguirá en riesgo de manipulación por parte del PCCh, poniendo a los estadounidenses en peligro”, dijo el congresista Gallagher.
Explicó que: «debemos alentar a las industrias clave a comenzar a diversificar sus cadenas de suministro. Porque si nos encontramos en una confrontación con China por Taiwán, los consumidores estadounidenses van a absorber mucho dolor; con mayor razón debemos ser inteligentes al respecto desde el principio”.
Oportunidad para Miami
Miami está en el centro del comercio internacional entre Estados Unidos y América Latina. Más del 70% de las exportaciones de Florida van a América Latina.
De acuerdo a sus creadores, la Ley de las Américas ampliará las oportunidades económicas para Miami al liberar el potencial del comercio con los aliados de EEUU en la región latinoamericana. «Unas relaciones comerciales sólidas marcadas por un respeto compartido por la democracia, los Derechos Humanos y el Estado de Derecho garantizarán que Miami siga siendo un faro de libertad y prosperidad estadounidenses», señaló una nota de prensa de la representante Salazar.