viernes, noviembre 22, 2024
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Puente de Baltimore: ¿Negligencia o infortunio?

MIAMI.- La caída del colosal puente de acero y hormigón de Baltimore, tras ser golpeado por un buque portacontenedores, despierta un sinfín de tesis, conjeturas y coyunturas que van desde negligencia hasta infortunio e incluso oportunidades económicas.

Datos confirmados por la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad en Infraestructuras (CISA) denotan que el carguero Dali, sin tilde en la i, que fue construido en Corea del Sur y bautizado con el nombre del célebre pintor español; notificó a las autoridades que había perdido el control y la propulsión cuando salía del puerto de Baltimore, poco antes de colisionar y provocar el derrumbe del puente de 1.6 millas de largo Francis Scott Key la madrugada del martes 26.

El carguero de bandera de Singapur, con 95.000 toneladas de mercancía abordo, chocó con ese puente construido en 1977 hacia las 1.30 am y provocó su derrumbe casi total y al menos seis desaparecidos.

El gran buque, de unos 300 metros (985 pies) de largo y unos 48 metros (157 pies) de ancho, perdió dos veces la electricidad instantes antes del impacto.

«La nave notificó al Departamento de Transporte de Maryland (MDOT) que habían perdido el control del navío y que era posible una colisión con el puente», indica el reporte.

En los registros de grabaciones se escucha que dos minutos antes del impacto sonaron numerosas alarmas en el barco.

El capitán solicitó la ayuda de un remolcador que no llegó a tiempo y ordenó lanzar el ancla para frenar la marcha y ejecutó una fallida maniobra para esquivar la base del puente.

No está claro aun cuándo se emitió la voz de emergencia para que cerraran el tráfico a los vehículos por el puente.

Descartada la posibilidad de un acto terrorista, incluso un ciberataque a la red computarizada del buque, ingenieros, expertos marítimos y autoridades llevan a cabo una exhaustiva investigación que debe revelar la actuación del capitán del navío y la capacidad de contención del puente en cuestión.

Pérdidas humanas

La alerta que emitió el propio buque Dali permitió frenar la entrada de vehículos al puente y evitó una tragedia mayor, pero al menos ocho personas cayeron al río Patapsco.

Entre ellos, Miguel Luna, que llegó a Estados Unidos desde El Salvador hace 19 años, tenía tres hijos.

Los seis, como Luna, llegaron de países como Guatemala, México y Honduras. Todos, junto con otro compañero mexicano que fue rescatado y llevado al hospital, formaban parte de una cuadrilla de trabajadores de obras públicas que reparaba baches en la calzada que corría por esa infraestructura. El octavo, que salió ileso, era el supervisor del grupo.

“Eran padres y eran hijos. Eran maridos y eran personas en quienes sus familias confiaban y a las que hemos dicho que el estado de Maryland está con ellas”, afirmó el gobernador Wes Moore.

Esos inmigrantes, según informes de las autoridades, realizaban sus tareas de madrugada cuando el tráfico era menor.

Contrario a lo que unos consideran, que la mayoría de los inmigrantes no son buenas personas, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, remarcó: “Estaban trabajando cuando la mayoría de nosotros dormíamos”.

Otras dos personas, cuyos cadáveres fueron recuperados, fueron halladas en el cauce del río, en un pick-up rojo.

La empresa Synergy Group, que opera el barco, confirmó que ninguno de los 22 tripulantes del navío resultó herido y aseguró que colabora con las autoridades para determinar las causas del incidente.

Daños materiales

La mayor parte de la carga del gran buque es, al menos, recuperable, según informó la autoridad portuaria de Baltimore, ya que no cayó al río.

Sin embargo, reconstruir el puente derrumbado, que hace parte de la red de autopistas de la I-95, que va de Miami (Florida) a la frontera con Canadá, en Houlton, Maine; significaría al menos 1.200 millones de dólares, eso que llamamos 1.2 billion en inglés, si tenemos en cuenta que costó 220 millones construirlo en 1976.

Las autoridades indican que cada día transitaban por ese puente unos 31.000 vehículos para un total de más de 11 millones por año.

Algún dinero guardado la autoridad del puente debe tener, ya que generaba más de 50 millones al año en concepto de peaje.

Por otra parte, el presidente Joe Biden adelantó que, dada la importancia comercial del viaducto, que sirve para trasladar mercancías entre el noreste industrializado y el resto del país; el gobierno estadounidense asumirá el gasto inicial de la reconstrucción mientras se depuren responsabilidades y los implicados rindan cuentas y afronten los costes.

“Al final, serán los responsables quienes paguen lo ocurrido”, confirmó Karine Jean-Pierre, secretaria de Prensa de la Casa Blanca.

Además, el Puerto de Baltimore, que es uno de los más importantes del país y se encuentra atrapado entre tierra firme y el puente derrumbado, provee sustento a unos 175.000 empleos en la zona y está prácticamente paralizado.

Esta situación afectaría la cadena de distribución mercantil y los precios de ciertos productos y servicios.

José Menéndez, corredor de seguros en Miami, plantea que, en primer lugar, “se tendrá que conocer si la responsabilidad directa la tuvo el barco y por tanto el conductor. Si se debió a un fallo mecánico que imposibilitó que el carguero pudiera evitar el choque o si, por el contrario, hubo algún tipo de negligencia por parte de la constructora, en cuyo caso tendrá que afrontar todos los costes”.

Para ello, será un juez, con su respectivo jurado, quien tal vez tenga que lidiar en el asunto.

“Las aseguradoras tendrán que dictaminar lo ocurrido”, añadió Menéndez. “Aunque parece que será Brit Insurance la que tendrá que pagar los primeros 10 millones de pérdidas. Pero esta cantidad está muy alejada del monto total del suceso, ya que se habla de pérdidas por más de 1.500 millones de dólares”, subrayó.

Por este motivo, el resto de los costes será abonado entre varias aseguradoras marítimas, mientras que el exceso de daños correrá a cargo de la aseguradora Lloyd’s de Londres.

“Si finalmente se dictamina que el barco fue el culpable, la compañía tendrá que enfrentar todos los costes, tanto materiales como humanos: la reconstrucción del puente, indemnizaciones millonarias por los automóviles que cayeron, así como por la vida de las personas que fallecieron como consecuencia del derrumbe”, anticipó.

De lo contrario, quien sea declarado culpable tendrá que afrontar todos estos pagos.

Dudas

Mientras tanto, surgen dudas en torno a la maniobra del capitán del navío y el colapso del puente.

“Tras recuperar la caja negra del barco (que guarda grabaciones de la cabina de mando), podremos saber si el capitán actuó a tiempo o se demoró en pedir ayuda o lanzar el ancla”, comentó Clay Diamond, director ejecutivo de American Pilots’ Association, a The Washington Post.

Asimismo, hay ingenieros que aseguran que, si bien los puentes tienen algunas defensas incorporadas contra colisiones, esta probablemente fue demasiado fuerte para resistir.

“Los puentes están y deben diseñarse para resistir impactos de barcos. Eso es típico del proceso de diseño”, comentó Sanjay R. Arwade, profesor de ingeniería civil en la Universidad de Massachusetts Amherst.

“Pero siempre existe la posibilidad de que ocurra un incidente que va más allá de lo que la estructura fue diseñada. Y esta puede ser una de esas situaciones”, añadió.

Fuente: Diario Las Américas

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