sábado, noviembre 23, 2024
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De la censura al racismo

NINOSKA PÉREZ CASTELLÓN,

“La censura es la herramienta de aquellos que necesitan esconder la realidad.” – Charles Bukowski

Regresaron al bate y no me refiero al béisbol. Se trata de un macabro juego de desacreditar a la prensa hispana, pero ojo, solo a los conservadores. De nuevo la organización liberal, Media Matters ha comenzado su papel de censor de ideas con el propósito de beneficiar al Partido Demócrata.

Con un resumen propagandístico titulado: “La retórica incendiaria sobre la inmigración se está extendiendo en la prensa en español”. Se acusa a varios periodistas de “infundir temor” con el tema de la inmigración. Basta que lo publique una organización que se adjudica decirnos lo que debemos o no escuchar, para que lo que puede considerarse opinión, se convierta en acusaciones de teorías de conspiración. Ahí no paran, no se trata de cualquier conspiración, es de “white nationalists” nacionalistas blancos apoyando el “great replacement” o el gran reemplazo.

El concepto, canallesco en todo su esplendor, no tiene otro fin que el mismo de la misión de la organización: “Un superpac liberal que conduce investigaciones de la oposición para ayudar a candidatos y organizaciones demócratas”. Lo cual queda establecido que son una organización con fines políticos y propagandísticos que, bajo la premisa de descalificar a sus adversarios políticos, pretende eliminarlos.

Comenzaron con Jorge Díaz Díaz, de La Poderosa, por decir que la inmigración tiene un significado siniestro y político que es desestabilizar las sociedades y que está pasando en Estados Unidos y Europa. Lo cual en el peor de los casos es una opinión, no una conspiración. Pero lo que busca descalificar esa opinión es desviar la atención de un serio problema que es una frontera abierta por donde han entrado millones de indocumentados sin una explicación razonable por parte del actual inquilino de la Casa Blanca.

A Agustín Acosta de Actualidad Radio lo citan por la opinión de su invitado Alfonso Aguilar en relación con el tema de la frontera y calificar los motivos como puramente ideológicos. Opinión que puede gustar o no, pero es una opinión. Lo cual da muestra que esta organización liberal no tiene reparos en servir de censor a opiniones que no le convienen dentro de su agenda política.

De pronto en este convulsionado mundo en el que habitamos, los periodistas tienen que dejar de cuestionar. El ataque contra Marian de la Fuente fue por el planteamiento de que la política de puertas abiertas de la administración Biden “ha convertido ciudades santuarios en verdaderas pesadillas.” ¿Cómo describimos lo que viven Nueva York o Chicago? ¿Cómo interpretamos las palabras del alcalde demócrata de la gran manzana, Eric Adams sobre la situación migratoria al New York Times? “No veo un final a esta crisis que destruirá a nuestra ciudad” dijo el atribulado funcionario.

También la emprendieron contra Carines Moncada de Actualidad Radio por decir: «Puedes cometer un crimen, puedes golpear a un policía, dos o tres semanas después robas en Macy’s y no pasa nada”. ¿Qué sucedió ante las cámaras cuando vimos a unos jóvenes inmigrantes golpear a policías y ni siquiera fueron arrestados? ¿Qué está pasando en las tiendas que muchas están cerrando porque se les permite a los delincuentes robar sin consecuencias?

Lucy Pereda es señalada porque en una entrevista con el senador Rick Scott, planteó que organizaciones criminales están “reclutando inmigrantes a través de WhatsApp”. Sin tomar en cuenta que ante nuestros ojos en algunos medios (otros prefieren ignorarlo) vimos gangas en motocicletas en Nueva York robaban a sus víctimas despojándoles de dinero y tarjetas de crédito, después sus teléfonos eran enviados fuera del país en un lucrativo negocio que comenzaba arrastrando a las víctimas para arráncarles sus posesiones. Puro crimen organizado, no importa por donde fueron reclutados. Pero según los nuevos censores, nada de esto merece ser cuestionado, o investigado, tampoco, según ellos es permitido dar una opinión al respecto. Dada la imagen de una administración que no tiene explicación para el caos que se ha creado en la frontera.

No se dejen engañar, son los mismos que cuando la venta de Radio Mambí a un grupo liberal financiado por George Soros nos quiso desacreditar y enfangar con acusaciones infundadas con el único propósito de silenciar nuestras voces. Voces que molestan. Voces que van contra su agenda radical.

Es la misma táctica que llevaron a cabo estando yo aun en Radio Mambí. Hasta crearon reporteros especializados en “desinformación en los medios hispanos”. El único grupo que tuvimos que padecer semejante racismo.

Alzo mi voz de nuevo porque basta ya de la hipocresía de la izquierda liberal. Como no convencen a los votantes, pretenden con mentiras desacreditar a quienes critican y cuestionan su agenda. Lo hacen por motivos políticos y en este año electoral, esa herramienta le es crucial. Eso es una bajeza, se llama censura y corresponde a todos oponernos porque no se trata de ataques aislados. Se trata de desacreditar a toda una comunidad. Tildarnos de ignorantes y manipulables. En fin, de censurar nuestras voces y dictarnos a quien se puede escuchar y a quien no. Muestra lo perdido que están y el temor que le tienen a las opiniones. En fin, a ese derecho sagrado que nos otorga la Constitución y se llama libertad de expresión.

Fuente: Diario Las Américas

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