Mal momento para ser kirchnerista y también Alberto Fernández. Aunque el expresidente argentino proteste porque su sucesor cuenta con amplios niveles de apoyo popular, lo cierto es que, luego de su desastrosa gestión y ante los primeros logros de la actual, todo se comprende perfectamente.
Fernández decidió volver a dar entrevistas para recuperar algo de la centralidad política pero no da pie con bola. En el marco de un mano a mano para un nuevo programa de streaming, el excompañero de fórmula de Cristina afirmó que los legisladores que voten por la positiva en la Ley Bases, en caso de aprobarse, deberán enfrentar causas judiciales. “Así que prepárense”, dijo textualmente el expresidente en su entrevista de reaparición pública.
Su advertencia, que en realidad fue una amenaza, generó todo tipo de respuestas de los especialistas, que coincidieron que Alberto estaba diciendo tonterías. Pero la bala de mayor calibre vino de lo que se podría considerar un “fuego amigo”. Hablamos de un excolega, con el que incluso escribió un libro hace varios años.
“Defensa de la democracia: nuevo enfoque sobre la represión de los delitos que atentan contra el orden constitucional”, fue el texto que escribió Fernández en 1985, en coautoría con Alberto Piotti, que luego fue juez federal y diputado nacional.
Aunque coincidieron en aspectos fundamentales como para hacer un libro en conjunto, hoy Piotti considera que el exmandatario argentino está diciendo “burradas”. Sus palabras, en el marco de una entrevista con el periodista Eduardo Feinmann por Radio Mitre, fueron las siguientes:
“Es una burrada el encuadre jurídico que le está dando el expresidente”. Lapidario.
En la opinión de Piotti, Fernández hace referencia al artículo 227 del Código Penal, que habla sobre el delito de rebelión, prescribiendo prisión perpetua a los integrantes del Congreso que le concedieran la suma del poder público al Ejecutivo. Como señala el jurista, esto es algo que “no está ocurriendo ni de lejos”, con la Ley Bases que impulsa el presidente Javier Milei.
No hay que dejar de lado que, desde el retorno a la democracia, si hubo algo medianamente parecido al ejercicio de “la suma del poder público” fue la triste gestión de Alberto Fernández, que pisoteó la Constitución en el marco de la pandemia y la lamentable y extendida cuarentena. Probablemente salga impune, ya que tuvo el apoyo de la “oposición” en el encierro y la gestión actual tiene urgencias más importantes que comenzar a revolver lo sucedido en el pasado reciente.