MIAMI.- Elecciones libres, o al menos “aceptables”, y transición son términos que crispan los ánimos dentro del régimen de Nicolás Maduro y hacen que aumenten las rencillas con quienes, hasta ahora, han sido sus principales aliados.
Este miércoles 9 de mayo, el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, arremetió fuertemente contra el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, quien, siguiendo la línea del mandatario izquierdista Gustavo Petro, se mostró a favor de unas elecciones libres y una “transición pacífica” para Venezuela.
Durante su intervención en la 54° Conferencia del Consejo de las Américas (COA), celebrada en Washington, Murillo indicó que Colombia espera que las elecciones presidenciales en el país vecino, previstas para el 28 de julio, sean justas, competitivas y libres, o que, al menos, sean “aceptable”.
Por ello, continuó, han mantenido conversaciones “por canales diplomáticos” con diferentes factores de la vida política venezolana, principalmente, del régimen y de la oposición democrática venezolana, liderada actualmente por María Corina Machado.
Garantías y transición
El canciller colombiano afirmó que durante el último año y medio ha sostenido reuniones con líderes de la oposición venezolana exiliada en Washington, con quienes han evaluado la posibilidad de suscribir un acuerdo que proporcione “algún tipo de salvaguarda o garantías” para después de las presidenciales.
Esto, mencionó, con la finalidad de que todos los involucrados puedan “participar libremente” en los comicios presidenciales, sabiendo que tendrán, después del proceso electoral, “todas las garantías para seguir teniendo un proceso democrático muy dinámico”.
Murillo sostuvo que existiría un “acuerdo al respecto”, del cual se desprende la propuesta Petro, discutida el pasado 18 de abril con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de celebrar un plebiscito que permita un “pacto democrático”, mediante el cual el perdedor de las presidenciales tenga “certeza y seguridad sobre su vida y garantías políticas”.
“La idea, o al menos la propuesta del Presidente Petro, es ver si eso puede ser ratificado en un referéndum. Ese es el nuevo proceso en el que estamos trabajando ahora, que garantizará que se tenga una transición sin problemas (en Venezuela) después de las elecciones”, aseveró.
Declaraciones “inamistosas”
Las declaraciones del canciller colombiano generaron la inmediata respuesta de Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Durante su programa “Con el mazo dando”, transmitido en la televisora estatal, tildó de “groseras” e “inamistosas” las afirmaciones de Murillo, al que acusa de ser un “funcionario norteamericano”, al servicio de “sus amos” en Estados Unidos.
“¿Quién lo mandó a usted a declarar eso? ¿Su presidente de Colombia o su presidente de Estados Unidos? ¿Para quién trabaja usted? ¿Quién le da derecho a usted hablar de transición en Venezuela? Aquí la única transición que viene es la transición al socialismo. No hay otra transición”, subrayó.
Cabello descartó así la idea de transición y afirmó, además, que la cúpula gobernante no está dispuesta a entregar el poder ni a “capitular”. “Ellos (EEUU y Colombia) hablan aquí con los opositores: ‘no, el chavismo está dispuesto a una transición, ya ellos quieren entregar’. ¿Queremos entregar? ¿Nosotros queremos entregar? Nosotros estamos dispuestos a capitular”, sostuvo.
Afirmó que Murillo fue “designado” por el gobierno de EEUU para “operar” a su favor. “Dime, ¿con quién has hablado tú de transición, canciller? Habla completo (…) Con un revolucionario no hablaste de eso, ni ha estado jamás en la agenda”, apuntó.
“Ocúpese de los asuntos internos de Colombia, que tiene problemas que jode, parejo (bastantes), para que usted se esté metiendo en los asuntos internos de Venezuela”, replicó.
Rencillas chavistas con aliados
Las trabas que ha colocado el régimen de Maduro a la oposición de cara a las elecciones presidenciales no han pasado desapercibidas para sus aliados de la región, quienes han manifestado su preocupación y exigido condiciones para el proceso electoral venezolano.
Inesperadamente para muchos, tanto Petro como Lula, dos de los más fieles aliados del chavismo, expresaron fuertes críticas a Maduro luego de que el régimen impidiera el 25 de marzo la postulación de Corina Yoris, abanderada en primera instancia por Machado, ante la inhabilitación política que le impide optar a cargos de elección popular.
Estas declaraciones generaron el primer impasse entre la dictadura chavista y los países de izquierda de la región. Maduro fue el primero en reaccionar el 26 de marzo, al tildar de “izquierda cobarde” a estos gobiernos y acusarlo de ser “cómplices” de los presuntos intentos de atentados que han denunciado desde inicios de año.
Dos días después, el 29 de marzo, Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento 2020 y jefe de la delegación negociadora del chavismo, arremetió con Petro, Lula y el exmandatario uruguayo, José “Pepe” Mujica.
El representante chavista cuestionó la información que manejan los dignatarios sobre los supuestos planes “insurreccionales y magnicidas” de la oposición. “¿Desconocimiento? ¿Ignorancia? ¿Miedo? No nos metemos en los asuntos de nadie. Métanse sus opiniones por donde les quepan”, sentenció.