WASHINGTON- El índice de precios mayoristas en Estados Unidos, que mide el aumento de los precios a nivel de productores, siguió en aumento en abril, pero más aceleradamente de lo que proyectaban los mercados, según el gobierno de Joe Biden.
Sin embargo, analistas independientes consideran que la inflación en EEUU no ha caído al nivel que habla el gobierno federal, un argumento que acuñan los consumidores en la cotidianidad.
Esa disminución severa que expone el Departamento de Trabajo jamás la han comprobado los consumidores que siguen, desde hace tres años, pagando el doble y el triple por los mismos productos y servicios que en el 2019, antes de la pandemia de COVID-19.
Los precios mayoristas aumentaron en abril un 2,2% en el período interanual, en comparación con el 2,1% acumulado en marzo, según el denominado Índice de Precios al Productor (PPI), publicado el martes por el Departamento de Comercio.
En el cuarto mes, el alza del PPI fue del 0,5%, frente al 0,1% de marzo, cuyo dato fue revisado ligeramente a la baja. Esto es más de lo que esperaban los analistas, que en cambio pronosticaron un aumento del 0,3%, según el consenso recabado por el sitio especializado Briefing.com.
La cifra «se debe principalmente a un aumento de los precios de los servicios», de acuerdo con la administración Biden, pero en la realidad nunca han disminuido.
Luego de conocido el índice PPI se espera la difusión el miércoles de la inflación para los consumidores en abril. Esa medición se basa, entre otros, en el índice IPC, al que están indexadas las pensiones y que aumentó en marzo.
La Reserva Federal ha mantenido las tasas de interés en 5,25%-5,50% por la situación de los precios, pese a las presiones de la gran prensa de izquierda que reitera una y otra vez desde finales de 2022 que el Banco Central comenzaría el recorte de la tasa referencial, lo que no ha sucedido aún y cada mes se aleja más.
Durante más de un año, la Reserva Federal estuvo sólo bajo observación de la escalada de precios sin actuar y haciendo caso omiso a las alertas de los republicanos que vieron con gran preocupación el ascenso acelerado de los precios de todos los productos y servicios mes tras mes hasta llegar al 9,1%, cifra que expertos independientes afirman que fue mucho mayor.