CIUDAD DE MÉXICO.- Los sectores adversos al mandatario Andrés Manuel López Obrador se juegan el domingo cartas decisivas en una concentración en la capital mexicana y en el tercer debate presidencial para tratar de levantar las preferencias electorales a menos de dos semanas de los comicios generales.
La principal plaza de la Ciudad de México será el escenario de la medición de fuerzas que tendrá la oposición que buscará animar a sus electores y atraer nuevos apoyos que podrían ser cruciales en la votación del 2 de junio, según estiman los analistas.
Aunque los organizadores de la llamada “Marea Rosa” convocaron a movilizaciones en varias ciudades del país, la atención estará centrada en la manifestación de la capital donde se espera la participación de la candidata presidencial opositora, la exsenadora Xóchitl Gálvez, que utilizará el evento para su cierre de campaña en la Ciudad de México.
La concentración se ha visto salpicada por la polémica debido a que inicialmente fue convocada por varias organizaciones civiles para llamar al voto libre y la participación ciudadana, pero luego tomó un tinte político-partidista tras el anuncio de que Gálvez y el candidato opositor a la alcaldía capitalina, Santiago Taboada, serían los oradores, lo que desató las críticas del oficialismo y las autoridades electorales que exhortaron a los organizadores a no emplear el color rosa que identifica al Instituto Nacional Electoral (INE).
La “Marea Rosa” surgió en noviembre del 2022 cuando un grupo de organizaciones civiles llamó a una marcha en la Ciudad de México para protestar contra una reforma electoral promovida por López Obrador. La convocatoria atrajo a decenas de miles de personas que abarrotaron la céntrica avenida Paseo de la Reforma y sus alrededores convirtiéndose en la mayor movilización contra el popular mandatario desde que asumió el poder en el 2018.
En respuesta a ese evento el oficialismo realizó semanas después una multitudinaria marcha en la capital a la que acudió el gobernante mexicano.
Pese a las expectativas que ha generado la concentración, el analista político Javier Rosiles Salas manifestó dudas de que puedan darse cambios drásticos en las preferencias electorales que mantienen como puntera a la candidata gubernamental Claudia Sheinbaum, quien supera por más de 20 puntos a su rival, Gálvez, y por un margen mucho mayor al exdiputado opositor Jorge Álvarez Máynez, candidato del partido minoritario Movimiento Ciudadano.
Rosiles Salas dijo a The Associated Press que el evento del domingo podría ayudarle a la oposición a atraer votantes indecisos, que serían cruciales para la elección del alcalde de la Ciudad de México, los gobernadores de los estados de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, y del nuevo Congreso. Se estima que los votantes indecisos podrían alcanzar a cerca de 30%, precisó el analista. México tiene un padrón de casi 100 millones de electores.
La movilización opositora coincidirá con el tercer y último debate de los candidatos presidenciales que se prevé podría atraer más audiencia debido a que abordará la mayor preocupación de los mexicanos: la inseguridad.
México cerró 2023 con alrededor de 30.000 asesinatos, consolidando la tendencia de unos últimos años con cifras similares, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
El gobierno sostiene que el promedio diario de asesinatos cayó a 81 el año pasado, por debajo de la media de 91 de 2022.
Al igual que los dos anteriores debates, el tercer careo televisado tendrá una extensión de dos horas y se dividirá en cuatro bloques en los que se discutirá además de violencia, sobre política social, democracia, pluralismo, división de poderes, migración y política exterior.
Según los parámetros que definió la semana pasada el INE, que organizó los tres debates, en el cuarto segmento los tres aspirantes responderán a las preguntas, previamente elaboradas por ellos, que seleccionarán los moderadores.
Se espera que Gálvez intensifique sus ataques hacia Sheinbaum en un nuevo intento por tratar de debilitar su imagen, aunque los analistas prevén que el debate no generará mayores cambios en las preferencias electorales.
La candidata gubernamental se ha comprometido a atender los problemas de inseguridad desde los orígenes con programas sociales para los jóvenes, tal como lo hizo el gobierno de López Obrador, dejar la Guardia Nacional en manos militares, fortalecer las labores de inteligencia de las instituciones, y promover una reforma judicial para que los jueces y ministros sean electos por voto popular y se establezca un sistema de sanciones efectivas.
Por su parte, Gálvez, candidata de una coalición que integran los partidos tradicionales Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Revolución Democrática (PRD), ha prometido mano dura para enfrentar a los grupos criminales, el reenfoque de la labor de las fuerzas armadas en el combate al crimen organizado, el fortalecimiento de las policías estatales y municipales, y duplicar el número de integrantes de la Guardia Nacional para llevarlos 300.000.
Álvarez Máynez ha ofrecido detener la militarización del país, que se fortaleció durante el sexenio de López Obrador, garantizar la autonomía del Poder Judicial, reformar las fiscalías, y regular el consumo de cannabis.