El veredicto contra el expresidente republicano Donald Trump por el juicio penal en su contra ya se conoce, y la sentencia no se publicará hasta el próximo 11 de julio. Sin embargo, ahí no termina la historia alrededor de este caso que comenzó con la denuncia del fiscal demócrata Alvin Bragg.
Aún se mantiene la orden de silencio que impuso el juez Juan Merchan contra el también candidato presidencial republicano, quien lo multó con 10000 dólares porque Trump se refirió al juicio durante una entrevista televisada y por publicaciones que hizo en redes sociales. Junto a la multa, llegó además la amenaza de enviarlo a la cárcel solo por expresarse.
Pero, ¿qué pasa ahora que el juicio terminó? Trump también desea saber la respuesta. Por eso sus abogados enviaron una carta al magistrado pidiendo que levante la orden de silencio que le impide referirse a los integrantes del jurado, testigos, fiscales y otras personas relacionadas con el caso. El motivo no es menor: el debate presidencial con su contrincante Joe Biden está a la vuelta de la esquina y con esa orden de silencio vigente, es imposible que el candidato republicano pueda defenderse si el actual mandatario demócrata decide usar el juicio como arma política para señalarlo el próximo 27 de junio frente a las cámaras y el mundo.
Silencio útil a los demócratas
El expresidente Trump mantiene que tanto el veredicto de culpabilidad como la continua supresión de sus argumentos son una forma de “interferencia electoral”, lo cual va en consonancia con lo que plasman sus abogados en la carta dirigida al juez Juan Merchan:
“Ahora que el juicio ha concluido, las preocupaciones expresadas por el gobierno y la Corte
no justifican las continuas restricciones a los derechos de la Primera Enmienda del presidente Trump, que sigue siendo el principal candidato en las elecciones presidenciales de 2024, y del pueblo estadounidense”.
Es decir, “simplemente no es función del Gobierno seleccionar qué temas vale la pena discutir o debatir, en el curso de una campaña política”, dicho de otra manera por la defensa. Y es que además, hay referencias hechas por Trump que no están divorciadas de la realidad.
Para explicar intereses políticos detrás de su juicio, el exmandatario republicano mencionó cómo la hija del juez, Loren Merchan, trabaja para el Partido Demócrata. Ella es presidente de Authentic Campaigns, una firma de consultoría política progresista con sede en Chicago, la cual recaudó 93 millones de dólares usando la acusación contra Trump en correos de campaña electoral, según una investigación de Breitbart. Al magistrado no le agradó la referencia y tomó represalias. Adicionalmente, está comprobado que él mismo ha hecho donaciones a ese partido en el pasado.
Orden directa del imperio Soros
Si la Justicia decide mantener la orden de silencio, coincidiría con los objetivos de Álex Soros, hijo del multimillonario progresista, George Soros, de impedir que Trump regrese a la Casa Blanca. La segunda fase de ese plan comenzó hace poco, cuando instó a activar una campaña de descrédito que consiste en “repetir” que no puede gobernar el país “un delincuente convicto”.
Ahora, se pone sobre la mesa la continuidad de esta orden de silencio a pesar de que el juicio terminó, lo que aparenta ser parte de un plan para atar de manos al expresidente republicano. Algo conveniente para el imperio Soros y los demócratas en el debate contra Biden el próximo 27 de junio.