Algo cambió en la preferencia de buena parte del electorado, pero la izquierda no lo percibe. Esto no se limita al triunfo de Javier Milei en Argentina, sino que se replica en varios países del mundo. Lo que sirvió en su momento como argumento para los políticos populistas, parece haber pasado de moda. Incluso, muchas de las cuestiones que los mismos izquierdistas exhiben como graves defectos de sus rivales, son festejados por la platea de la vereda de enfrente.
Los desmanes de los “manifestantes” en las afueras del Congreso, mientras los senadores discutían y votaban la Ley Bases tuvieron la lógica respuesta de las fuerzas de seguridad de la ministra Patricia Bullrich. Todos los que estuvimos en las inmediaciones del lugar corroboramos personalmente que no había ninguna intención de manifestarse políticamente en paz. Lo que se pretendía era interrumpir la sesión y destruir todo lo que se pueda para generar caos. Aunque los medios hablan de “represión”, si la cuestión ideológica no fuera predominante, se tendría que hacer referencia al “correcto accionar” de las fuerzas.
Desde sus redes sociales, el presidente colombiano, Gustavo Petro, compartió un spot musicalizado, donde busca fortalecer la idea de la dura represión “al pueblo”. El corto audiovisual está en la misma sintonía del discurso del kirchnerismo en Argentina.
Sin embargo, en lugar de ignorarlo, los partidarios de Javier Milei decidieron hacer otra cosa muy distinta. Dejaron las mismas imágenes, a las que les cambiaron simplemente la música. Sin la banda de sonido solemne del video que denunciaba la supuesta represión, los libertarios decidieron ponerle una canción de rock de AC/DC. Ante el mismo video, los libertarios retrucaron: “Me dieron más ganas de votar a Milei”.
Estas cuestiones, muy usuales en las redes sociales, suelen desorientar por completo al kirchnerismo y a la izquierda. Es que, ante las cosas que ellos denuncian y señalan como inaceptables, los partidarios del presidente argentino responden sin vueltas frases ya clásicas como “es exactamente lo que voté”. Estas actitudes evidencian un verdadero cambio de época.
¿Cómo responderá el populismo latinoamericano a este ocurrente rival incómodo, que además se mueve con mucha más solvencia y efectividad en las redes sociales? Por ahora no hay estrategia alguna y siguen perdiendo ante la espontaneidad del nuevo espacio que irrumpió en la política.