Una tras otra. Todas malas noticias para el kirchnerismo, en lo que termina siendo la peor semana de su historia…y todavía faltan varias horas para que termine. Por la dinámica de lo que viene sucediendo, puede pasar cualquier cosa.
Como todo el mundo sabe, todo comenzó con la denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández por violencia de género. Sin embargo, el derrumbe del expresidente, seguido por el peronismo soltándole la mano, fue el marco de un colapso total que tuvo de todo y para todos los gustos.
En primer lugar, Guillermo Moreno, quien quería irrumpir como el próximo candidato del espacio, siempre jactándose de haber sido crítico de Alberto Fernández desde el primer momento, terminó condenado por la justicia. En un fallo que se veía venir, el Tribunal Oral Federal 2 lo sentenció a tres años de cárcel y a seis de inhabilitación para ejercer cargos públicos. Aunque no irá a prisión y deberá dejar un domicilio fijo al juzgado, el fallo golpea de lleno en sus intenciones de postularse electoralmente.
La causa, que investigó la falsificación de las estadísticas durante su desempeño en el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, lo encontró culpable del delito de abuso de autoridad y destrucción de registros públicos.
Ahora, esta debacle, primero de Fernández y posteriormente de Moreno, no parece favorecer mucho a otro que pretendía volver a la discusión política, es decir, Sergio Massa. En concreto, el excandidato presidencial también fue noticia en la semana, ya que aparecería vinculado también al escándalo de los seguros del Banco Nación. Según algunos trascendidos, su nombre habría surgido en las charlas de la causa de corrupción contra el expresidente, que terminó revelando el problema de violencia doméstica con su exmujer.
Como si todo esto fuera poco, el “semillero” kirchnerista también fue noticia esta semana. Mauro Rojas, de aproximadamente 30 años, es un dirigente de La Cámpora que se desempeñaba como funcionario en la Municipalidad de Hurlingham. Trabajaba como tesorero, pero tuvo que renunciar a su cargo luego de una grave denuncia de acoso sexual. La víctima sería una empleada que trabajaba como cajera en una dependencia de William Morris.
En un caso más delicado, el crimen de Susana Montoya podría estar a punto de resolverse. La víctima mortal del homicidio que tuvo lugar en la provincia de Córdoba fue otra de las noticias que sacudieron al país, por la supuesta vinculación política del tema. Ella era viuda de un desaparecido durante la última dictadura militar y el kirchnerismo y la izquierda responsabilizaron de este delito a supuestos grupos extremistas vinculados con el oficialismo. Aunque la cuestión no tenía demasiado sentido, los comunicadores K pusieron el tema en el debate nacional, exigiéndole al gobierno que brinde las explicaciones necesarias, como si fuese responsable del homicidio.
Una de las novedades del día fue que Fernando Albareda, hijo de la víctima y miembro de la agrupación ultrakirchnerista HIJOS, fue detenido como sospechoso del crimen.
Así se llegó a la noche del jueves, con todas estas noticias dando vuelta en los medios y las redes sociales. No obstante, faltaba algo más para cerrar la jornada y eso fue la publicación de las fotos de Fabiola Yáñez, con los golpes que le habría propinado el expresidente y actual titular del Partido Justicialista, Alberto Fernández. En simultáneo, también trascendió un video, que habría filmado el mismo Alberto, en la quinta de Olivos, acompañado por una mujer en medio de la cuarentena decretada, justamente, por él.
El economista kirchnerista Sergio Chouza se resignó al desastre total de su espacio político y llamó a resignarse a tener “159.962 años de gobiernos libertarios consecutivos”.