El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) chavista cumplió con la labor encomendada desde Miraflores de librar al Consejo Nacional Electoral (CNE) de la responsabilidad de publicar las actas y los resultados desglosados mesa por mesa de las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela. Ese fue el único propósito del recurso interpuesto por Nicolás Maduro ante la Sala Electoral, que la semana pasada “convalidó” los resultados anunciados por el organismo electoral sin actas, sin totalización y sin auditorías. Es por esto que ahora el CNE emite un comunicado en el que informa que se limitará a acatar el fallo judicial.
“El Poder Electoral en cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia y las normas electorales, acata la decisión y en el lapso de ley cumplirá con lo ordenado por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia”, anuncia el CNE en un comunicado oficial divulgado en su cuenta de X.
De esta manera deja claro que solo publicará “los resultados definitivos conforme lo dispuesto en el artículo 155 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales”, que dice textualmente que “el Consejo Nacional Electoral ordenará la publicación de los resultados de los procesos electorales en la Gaceta Electoral de la República Bolivariana de Venezuela, dentro de los treinta días siguientes a la proclamación de los candidatos electos y las candidatas electas”.
Resultados sin totalización ni actas, la artimaña del CNE y el TSJ
Y es que la Sala Electoral en su sentencia emitida el pasado jueves 22 de agosto “exhorta” al CNE a “publicar los resultados definitivos en la Gaceta Electoral”, mas no se exige la totalización mesa por mesa ni la divulgación de las actas para que puedan ser verificadas tanto por los electores como por organismos internacionales imparciales, como exige la comunidad internacional para poder avalar los resultados. Es decir, el TSJ, más que “validar” los boletines que dan ganador a Nicolás Maduro sin evidencias, lo que hizo fue librar al CNE de la responsabilidad de publicar las actas y la totalización desglosada, como exige la ley y como se comprometió su presidente, Elvis Amoroso, que haría luego de anunciado el primer boletín.
Ha pasado un mes de la elección y Amoroso no cumplió con lo prometido y, escudándose en el TSJ, ahora el organismos electoral confirma con este comunicado que no lo hará, con lo que solo suma más sospechas al empeñarse en ocultar las actas, cuya divulgación no haría otra cosa que evidenciar el fraude cometido el 28 de julio. Como reza el refrán de origen bíblico: “El que nada debe, nada teme”.