El avión de Nicolás Maduro fue incautado este lunes en República Dominicana y está siendo trasladado a Florida, donde una vez en territorio estadounidense, las autoridades buscarán la confiscación formal. Este es el resultado en conjunto del trabajo entre ambos países debido a que su compra se ejecutó violando las sanciones estadounidense, “entre otros asuntos criminales”, según funcionarios estadounidenses citados de manera exclusiva por CNN.
Este avión es el equivalente al Air Force One de EE. UU., menciona la cadena de noticias, es decir, es el avión que usa Maduro para sus viaje oficiales al extranjero y que ha aparecido en un sinfín de fotografías cuando aterriza en otros países, lo cual sienta un precedente en medio de un contexto complicado para su régimen debido a la presión mundial luego de las elecciones del pasado 28 de julio, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE), al servicio del chavismo, lo declaró ganador sin totalización de resultados, sin actas y sin auditorías mientras, por el otro lado, la oposición demostró con la publicación de 83,5 % de las actas que el verdadero vencedor de estos comicios fue Edmundo González Urrutia, por una diferencia de casi 40 puntos porcentuales.
Maduro podrá reclamar el avión una vez que EE. UU. lo confisque, un precedente que ocurre luego de la coordinación de varias agencias: el Departamento de Justicia, el Departamento de Comercio, el Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina de Industria y Seguridad. No obstante, para los funcionarios que declararon a CNN, el mensaje para el régimen chavista es claro: “Incautar el avión de un jefe de Estado extranjero es un hito en asuntos criminales. Estamos enviando un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley, nadie está fuera del alcance de las sanciones estadounidenses”.
Con un costo de unos 13 millones de dólares, la fuente contrastó cómo el poder adquisitivo del venezolano de a pie no da para comprar alimentos, mientras que Maduro viaja en un lujoso avión.