Con 85 votos a favor y 27 en contra, la Cámara de Representantes acogió el lunes 16 de septiembre de 2024 la proposición del congresista Andrés Forero, del Centro Democrático, y reconoció al candidato opositor Edmundo González Urrutia, hoy exiliado en España, como el presidente legítimo de Venezuela; luego de los comicios efectuados el 28 de julio en el país vecino y en los que se declaró como ganador el dictador Nicolás Maduro.
De acuerdo con lo manifestado por el autor de esta iniciativa, que recibió un mayoritario respaldo en la corporación, lo que se busca es que el presidente de la República, Gustavo Petro, haga lo propio: y también se pronuncie en el sentido de avalar a González como el mandatario electo de los venezolanos y, del mismo modo, rechace el presunto fraude cometido por el jefe del Régimen.
“La Cámara acaba de rechazar el fraude cometido en las elecciones presidenciales en Venezuela y condenar las claras violaciones de derechos humanos que está cometiendo el régimen de Nicolás Maduro”, expresó Forero, dando su parte de victoria tras obtener este pronunciamiento; en contraste de los que se expresaron en contra de la medida, pues la calificaron de una acción intervencionista en los asuntos del pueblo que está al otro lado de la frontera. Aunque lamentó, eso sí, la postura de algunos de sus colegas.
A su vez, Juan Espinal, del Centro Democrático, pidió a los colombianos tener en cuenta quienes son los que rechazan una propuesta con la que se busca rechazar la dictadura de Maduro. “Todos llegaron por las vías democráticas, y seguramente los de extrema izquierda quieren ayudarle al régimen a acabar lo poco que queda de país”, afirmó el representante, que pidió sanción social para quienes lo apoyen.
¿Qué dice la proposición con la que se apoyó a Edmundo González?
“La falta de libertad y democracia en Venezuela afectan gravemente la estabilidad, la seguridad y el desarrollo armonioso de Colombia. Por esa razón la Cámara de Representantes no puede ser indiferente ante el notorio fraude electoral perpetrado por el régimen de Nicolás Maduro en las elecciones del pasado 28 de julio y no puede guardar silencio cómplice ante la sistemática persecución a la que están siendo sometidas las figuras de la oposición política, liderada por Maria Corina Machado y Edmundo González”, se leyó en la proposición.
Con este parangón, la Cámara sometió a votación lo propuesto por el representante Forero y con mayoritaria votación rechazó lo que se denominó “el flagrante desconocimiento de la voluntad popular expresada en las urnas”. E invitó, en consecuencia, al primer mandatario de la nación a referirse en favor de la aspiración de González, que tuvo que abandonar Venezuela por amenazas contra su vida.
Entre quienes votaron en contra se destacan nombres como el del presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, del Partido Alianza Verde; al igual que de los representantes Alejandro Toro, Gabriel Becerra, Jorge Ocampo, María Fernanda Carrascal, Alirio Uribe y Agmeth Escaf, del Pacto Histórico, que en su totalidad rechazó la iniciativa; a la que se sumaron otros congresistas del partido de la U, liberales y otros verdes.
“Voté negativo a esta proposición que fue que obliga al presidente Petro a decir quién es el presidente de Venezuela. Voté negativo porque esta no es una facultad del presidente, y lo que buscan es que se intervenga en asuntos internos de otro país, lo cual viola la soberanía de cada nación. Esto va en contravía de todo orden legal”, argumentó en su favor el representante Toro, que pese a ello dejó en claro que sí respeta los DD. HH.
Causa cuidado que 75 representantes a la Cámara se abstuvieron de participar en la sesión, de acuerdo con los registros proporcionados por la entidad; pues solo se reportaron 112 votos de 187 esperados. Esto, en lo concerniente a un tema que ha sido manejado de forma particular por el Gobierno, que apuesta al diálogo con el dictador para encontrar, según Petro, salidas a la crisis política en Venezuela.
Habrá que ver cuál será la respuesta del jefe de Estado ante esta determinación de la cámara baja, que sienta un precedente en el poder legislativo sobre lo que debe ser el camino a seguir en materia diplomática por la actual administración: la misma que no ha rechazado las múltiples detenciones hechas por Maduro a líderes de la oposición en su territorio.