Mookie Tenembaum,
La experiencia bélica de Israel le otorga una ventaja única en el mundo de la industria militar: no solo desarrolló armas de vanguardia, sino que además tuvo la oportunidad de probarlas en combate real. Este doble valor, la creación y el uso efectivo de armamentos en escenarios reales, le brinda al país un nivel de credibilidad que pocos países pueden igualar.
A nivel internacional, países como Rusia también venden armamento probado en conflictos, pero a menudo sus productos no alcanzan los niveles de precisión, tecnología y adaptabilidad israelí.
La industria militar de Israel es un pilar fundamental para su economía. Hoy en día, el país ocupa el octavo lugar en el mundo como exportador de armas, según diversos informes de organizaciones internacionales. Israel exporta a más de 130 países, destacándose India, Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia, Brasil, Australia, Corea del Sur, Vietnam y Reino Unido entre los compradores. Cada uno de estos países encontró en estas innovaciones tecnologías avanzadas que les permiten mejorar sus capacidades defensivas y estratégicas.
El lugar que ocupa Israel en la lista de clasificación mundial se debe en gran parte a las constantes innovaciones tecnológicas que han desarrollado empresas como Rafael Advanced Defense Systems, Israel Aerospace Industries (IAI) y Elbit Systems. Estas compañías crearon productos avanzados que van desde sistemas antimisiles hasta drones, todos diseñados para proteger al país y sus aliados en un contexto global cada vez más incierto.
Para entender mejor el tipo de tecnología que Israel exporta, es importante explicar algunos de sus productos más conocidos de manera sencilla.
Uno de los sistemas más relevantes es el Arrow-2 y el Arrow-3. Ambos forman parte del sistema de defensa de Israel contra misiles balísticos de largo alcance. El sistema Arrow está diseñado para interceptar estos proyectiles en vuelo. El Arrow-2 intercepta misiles dentro de la atmósfera terrestre, mientras que el Arrow-3 puede detenerlos fuera de la atmósfera, en el espacio. La capacidad de destruir un misil en el espacio es un gran avance tecnológico, ya que evita daños colaterales en tierra y aumenta las posibilidades de éxito en la defensa.
Luego tenemos la Honda de David (David’s Sling), un sistema para interceptar misiles de medio alcance, como aquellos que Hezbolá lanza desde Líbano.
El sistema más conocido es la Cúpula de Hierro (Iron Dome), que fue vital en la defensa de Israel contra cohetes de corto alcance, principalmente lanzados desde Gaza. A diferencia de los misiles balísticos, los cohetes de corto alcance son más pequeños y no viajan tan lejos, pero pueden ser lanzados en grandes cantidades. La Cúpula de Hierro logró interceptar más del 90% de los cohetes dirigidos a zonas pobladas, lo que ha salvado innumerables vidas.
En desarrollo está el Iron Beam, un sistema de defensa láser que estará operativo en 2025. A diferencia de los misiles interceptores tradicionales, que son costosos de fabricar y lanzar, el Iron Beam utiliza energía para destruir objetivos como cohetes y drones. Este sistema será mucho más barato de operar, ya que cada disparo cuesta una fracción comparado con un misil interceptor. Además, derribará amenazas a gran velocidad, lo que lo convierte en una solución eficaz para proteger tanto a civiles como a infraestructuras clave.
Otro aspecto interesante de la industria de defensa israelí es su capacidad para adaptarse a las nuevas amenazas, como el uso de drones en el campo de batalla. Israel desarrolló el sistema Drone Dome, diseñado para detectar y neutralizar drones enemigos. Este sistema detecta un dron a varios kilómetros de distancia y neutralizarlo mediante la interrupción de sus comunicaciones o, si es necesario, derribarlo con un rayo láser o un proyectil.
A nivel global, Israel estableció acuerdos de exportación con países como India, que es el principal cliente de armamento israelí, representando el 41% de las exportaciones. ¿Por qué India compra tantas armas a Israel? India enfrenta amenazas en sus fronteras con Pakistán y China, y los sistemas de defensa israelíes, probados en combate, ofrecen soluciones efectivas para proteger sus territorios.
Por su parte, Estados Unidos es otro gran socio de Israel en la industria militar. Una parte significativa de los misiles utilizados por la Cúpula de Hierro, aproximadamente el 70%, se fabrica en plantas estadounidenses. Este acuerdo de coproducción permite a Israel recibir financiamiento de Estados Unidos, crucial para mantener y expandir su capacidad defensiva. Además, Estados Unidos colabora en el desarrollo de sistemas avanzados como el Arrow-3 y la Honda de David, proporcionando apoyo técnico y financiero.
Otros países como Alemania, Francia, Italia y Brasil también son compradores de la tecnología militar israelí. Estos encontraron soluciones innovadoras para mejorar sus defensas aéreas, su capacidad de detección de amenazas y sus sistemas de vigilancia.
Las cosas como son.