MIAMI. – Los expresidentes de Colombia, Iván Duque, y de Ecuador, Lucio Gutiérrez, hicieron un llamado a la comunidad internacional para que ejerza una mayor presión sobre la dictadura de Nicolás Maduro, ante su negativa de reconocer su derrota en las elecciones presidenciales en Venezuela, celebradas el 28 de julio.
A casi dos meses de esos comicios, la incertidumbre persiste. El régimen insiste en mantenerse en el poder, aunque Edmundo González Urrutia ganó abrumadoramente, según las actas electorales presentadas por la líder opositora María Corina Machado.
El expresidente colombiano alertó, en su cuenta de la red social X, que si Maduro logra perpetuarse en el poder, “el futuro de las democracias en América Latina estará en peligro”.
Duque argumentó, además, que países como Colombia, México y Brasil parecen estar facilitando la permanencia del dictador. Por ello, considera que es imperativo que la comunidad internacional intensifique sus esfuerzos para poner fin a esta dictadura.
Por su parte, Lucio Gutiérrez también usó su cuenta de X para sentenciar que Maduro debe ser encarcelado. Para lograrlo, plantea que la comunidad internacional debe activarse e implementar acciones concretas, incluyendo una intervención multinacional armada para “capturar al narcodictador que está generando un ‘genocidio democrático’”.
Intervención armada justificada
A juicio de Gutiérrez, esta intervención armada estaría justificada como una causa justa que afecta “peligrosamente” a toda la región latinoamericana.
Actualmente, en Venezuela se acentúa un clima de temor por la persecución generalizada por parte de los organismos de represión del régimen, tras los comicios presidenciales, cuyos resultados presentados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) son considerados fraudulentos, al carecen de pruebas.
Activistas, líderes sociales y ciudadanos comunes no se atreven a hablar públicamente sobre la situación del país por miedo a ser arrestados por las fuerzas del orden. La represión recrudeció y las detenciones de quienes se expresan en contra de Maduro han aumentado significativamente desde el 28 de julio.
La persecución ha dejado de limitarse a dirigentes políticos o miembros de la prensa, ahora se extiende a otras esferas: residentes de zonas populares, testigos electorales o cualquier persona que exprese dudas sobre los resultados oficiales.
Más de 2,400 personas han sido detenidas, entre ellas más de 100 adolescentes, según organizaciones defensoras de derechos humanos.
Las detenciones han ocurrido en el contexto de protestas contra los resultados electorales. Estas organizaciones han denunciado maltrato y violaciones sistemáticas, especialmente hacia los adolescentes.
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