No es ninguna novedad que el gobierno de Javier Milei está haciendo las cosas bien en materia económica y que los resultados son cada vez más palpables. Sin embargo, otras cosas suceden simultáneamente que, en política, no son nada despreciables. El oficialismo tiene suerte. Más de una vez, además de los méritos propios, es evidente que se le alinean los planetas.
Desde un primer momento el equipo económico y el mismo mandatario insistieron en necesidad imperiosa de defender el ordenamiento fiscal y el programa que los llevó a terminar con el déficit del Estado en el orden nacional. Sin embargo, para la población más alejada de la discusión política y la economía más técnica, a veces es complicado relacionar cosas que a más de uno le pueden parecer distantes. Por ejemplo, la defensa a rajatabla del déficit 0 y la confirmación del derrumbe inflacionario.
A horas de que el oficialismo consiga los votos necesarios para frenar un proyecto irresponsable, que utilizaba la educación universitaria como excusa, pero que perseguía la vigencia de los fondos sin control para la política, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) confirmó que la inflación sigue cayendo. Muchos habían dicho que no sería sencillo romper el piso del 4 %, pero septiembre dio 3,5 %.
El análisis detallado también ofreció buenas noticias, ya que categorías importantes para el consumo masivo, como lo es “alimentos y bebidas”, se situó incluso por debajo en el 2,3 %. Sin embargo, la problemática inflacionaria está mucho más controlada de lo que refleja el Índice de Precios al Consumidor, ya que hay categorías como la de las tarifas energéticas, que se ubicó en el 7,3 %, debido a la reducción de los subsidios que eleva el promedio general. Si el IPC midiera necesariamente la degradación del peso (que es lo que técnicamente sería la inflación), el gobierno estaría muy cerca de anunciar el “0 %”, que Argentina no tiene desde la convertibilidad en los años noventa.
De esta manera, cuando la oposición intentaba incrementar el nivel de los cuestionamientos a la ortodoxia fiscal de la gestión de Milei y Caputo, la noticia del debate parlamentario de este miércoles y las tomas en las universidades a manos de estudiantes de izquierda quedan completamente relegadas por un índice inflacionario mensual que confirma el buen rumbo de la economía argentina.
Desde sus redes sociales, el presidente argentino hizo énfasis que el proceso de saneamiento monetario y de la caída de la inflación se realizó sin expropiaciones, controles de precios y recomponiendo los precios relativos.