Después de haber firmado 12 acuerdos hace un año en Pekín con el presidente chino, Xi Jinping, el mandatario colombiano, Gustavo Petro, se prepara para sellar la incorporación de su país al proyecto estrella de China con el que expande su influencia en el mundo mediante inversiones en países en vías de desarrollo: la Franja y Ruta de la Seda.
La semana pasada se conoció que el gobierno colombiano formó un grupo de trabajo con China para ingresar a la iniciativa a la que ya se han incorporado más de 150 naciones en el mundo. Ahora fue el propio canciller, Luis Gilberto Murillo, quien, tras una reunión en la Casa de Nariño con representantes diplomáticos del gigante asiático, confirmó que ya se está trabajando en un acuerdo bilateral para oficializar el ingreso de Colombia a las Nuevas Rutas de la Seda, el cual será firmado, una vez esté listo, por Gustavo Petro y Xi Jinping.
“Creamos un grupo conjunto de cerca de 18 instituciones de Colombia, un número similar al de la República Popular China. Los equipos técnicos están trabajando en el detalle del acuerdo” para avanzar hacia “una política exterior independiente, diversificando relaciones para beneficiar a la sociedad colombiana”, aseguró el canciller Murillo.
Colombia en la Ruta de la Seda desde la llegada de Petro
Desde que Petro ganó las elecciones en 2022, Xi Jinping fue uno de los primeros en felicitarlo, destacando que las relaciones entre ambos países se encontraban en “un nuevo punto de inicio”. No se equivocaba. Durante la primera visita oficial de Petro a China, en octubre del año pasado, se firmaron 12 acuerdos en materia económica, de inversión, comercial, tecnológica, ambiental, científica, educativa y cultural, llamando la atención uno para “impulsar el intercambio y la cooperación” entre los medios públicos de ambos países, conociendo las estrictas restricciones a la prensa en el gigante asiático.
“Hemos elevado la relación”, dijo ahora el canciller colombiano, que se reunió el fin de semana con el vicepresidente chino, Han Zheng, quien no desaprovechó la oportunidad para felicitar el deseo de Colombia incorporarse a las Nuevas Rutas de la Seda.
No es un secreto que China busca acercamientos con naciones subdesarrolladas o en vías de desarrollo para expandir su influencia mundial con proyectos seductores y supuestas ayudas desinteresadas. Italia era el único país desarrollado y miembro del G7 que se había adherido a esta iniciativa hasta que llegó Giorgia Meloni al poder y en diciembre del año pasado oficializó la salida de Italia de las Nuevas Rutas de la Seda. La razón: Estados Unidos, la Unión Europea y otros países occidentales habían expresado gran preocupación ante lo que consideran un intento de China de aumentar su influencia económica y política en el mundo.