CARACAS- El régimen venezolano anunció una nueva ofensiva contra la oposición con la apertura de una investigación por presunta corrupción vinculada al caso de CITGO, filial de la petrolera estatal PDVSA en Estados Unidos.
La Fiscalía, liderada por el oficialista Tarek William Saab, designó fiscales nacionales para investigar a 351 dirigentes opositores y 15 partidos políticos, tras recibir un informe del Parlamento controlado por el chavismo.
El proceso ocurre en medio de un remate judicial de CITGO, provocado por demandas de acreedores que reclaman más de 20.000 millones de dólares. La filial de PDVSA fue retirada del control del gobernante Nicolás Maduro por el gobierno estadounidense en 2019, otorgándosela al «gobierno interino» encabezado por Juan Guaidó, en un intento por presionar la salida de Maduro del poder.
«Investigados»
Entre los investigados se encuentran la líder opositora María Corina Machado y Manuel Rosales, así como los partidos Acción Democrática, Voluntad Popular y Primero Justicia.
Además, la acusación incluye cargos como asociación para delinquir y traición a la patria. Sin embargo, la oposición denuncia que el régimen utiliza el caso CITGO como una excusa para perseguir a sus adversarios políticos y desviar la atención de la crisis económica y social que enfrenta el país.
La investigación ha sido calificada por Saab como «una de las peores tramas de corrupción que ha conocido Venezuela», a pesar de que los señalamientos parten de un Parlamento que fue ampliamente cuestionado por irregularidades en su elección.
La acción se produce poco después de que un tribunal de Nueva York anuló un fallo que favorecía a los acreedores en la liquidación de CITGO, lo que podría haber motivado esta movida del chavismo para reafirmar su control sobre el caso.