Escritor Invitado,
El 5 de noviembre de 2024 se celebran las elecciones presidenciales en los EE.UU., que son seguramente las más importantes de Occidente, debido a toda la influencia político-militar que tienen los EE.UU. actualmente. Si bien la campaña ha tenido luces y sombras, tiene elementos profundamente libertarios, que deben tenerse en cuenta.
Uno de los principales argumentos a favor de Trump es su política exterior. Si bien se llegó a especular que los EE.UU. con Trump entraría en guerra con Irán para ayudar a Israel, lo que provocaría un desastre geopolítico como las guerras en Iraq y Siria, parece ser que ha dado marcha atrás, y el candidato a vicepresidente J.D. Vance ha dicho abiertamente sobre Israel y una supuesta guerra contra Irán:
“A veces vamos a tener intereses que se superponen, y a veces vamos a tener intereses distintos. Y nuestro interés definitivamente es no entrar en guerra con Irán. Sería una enorme distracción de recursos y sería extremadamente costoso para nuestro país.”
Sobre la guerra en Ucrania, Trump ha prometido acabarla en 24 horas. Su propuesta más probable será congelar los fondos hacia Ucrania y obligar a sentarse a Zelensky y a Putin para negociar. Quizá no sea la respuesta más satisfactoria para los ucranianos, pero actualmente la guerra solo sigue debido al suministro constante de armas por parte de Europa y EE.UU. Pero quizá ya basta de sacrificar vidas de ucranianos en el frente.
Hans Hermann Hoppe
Como dice el profesor Hans-Hermann Hoppe:
“El hecho de que la guerra aún se prolongue y haya costado cientos de miles de vidas, millones de refugiados y destrucción masiva se debe únicamente a la masiva ayuda financiera, logística y militar que sigue fluyendo hacia Zelensky y su banda desde la banda de Biden y sus subordinados, bandas de ligas menores y líderes de bandas en Alemania, Francia, Gran Bretaña, etc”.
Desde una perspectiva libertaria, la guerra es la salud del Estado. Y la posición de Trump de acabar la guerra en Ucrania mediante un tratado de paz y de no entrar a combatir contra Irán es sin duda beneficiosa. Como decía Bastiat: “donde entre el comercio no entran las balas.” Si bien Trump tiene ciertas ideas proteccionistas, es innegable que durante su anterior mandato se sentó con diferentes líderes con la única intención de acabar todas las guerras posibles, y no hay duda de que con él Rusia no hubiese invadido Ucrania.
Eliminación del impuesto sobre la renta
Respecto a la cuestión comercial, parece ser que la guerra comercial con China no va a ser tan diferente de la que ha sido con los demócratas, pero Trump no ha renunciado a los aranceles. Es más, pretende también ciertas disputas comerciales con la Unión Europea. Pero la Unión Europea no está en situación de criticar a Trump debido a que hicieron lo mismo con Reino Unido tras el Brexit, cuando el UKIP británico solo quería acuerdos de libre comercio.
Volviendo a Trump, ¿hay algo bueno en sus aranceles? La respuesta es que más o menos. Y es que Trump ha propuesto acabar con el impuesto federal a la renta, centrándose en recaudar a través de aranceles. La recaudación sería menor, y se tendrían que eliminar muchas agencias estatales y servicios públicos, es decir, reducir profundamente el gasto público. La otra opción sería imprimir, lo que sería un desastre.
Pero si la idea va por el primer camino, sería eliminar lo que es un impuesto revolucionario, que se añadió en tiempos de guerra mediante de la decimosexta enmienda de la Constitución. Eliminarlo sería reducir el tamaño del Estado y volver a un Estado mínimo, que puede encajar con la visión aislacionista que poco a poco va calando entre los republicanos. Como dijo el mismo Trump:
“Cuando éramos un país inteligente, en la década de 1890… fue cuando el país era, relativamente, el más rico que jamás había sido. Tenía todos los aranceles y no tenía impuesto sobre la renta”.
Reducción del gasto público
Sobre esa reducción del tamaño del Estado, Elon Musk plantea una agencia llamada DOGE (Department of Government Efficiency) que reduzca 2 trillones de dólares el presupuesto federal, lo que sería aproximadamente un 30%. Una cantidad jamás vista desde el New Deal. Pero el mejor momento ha sido cuando el político libertario Ron Paul ha escrito en X:
“¿Elon recortando $2 billones del presupuesto? ¡Gran idea! Empecemos con algunos de los MAYORES receptores de subsidios: Complejo militar-industrial. Complejo farmacéutico-industrial. Ah… y ¡terminemos con la Reserva Federal!”.
A lo que Elon Musk, quien se ha dedicado los últimos meses a recomendar obras de Hayek, ha respondido: “Needs to be done”. Con esto quiero acabar diciendo que puede ser la campaña presidencial más interesante en mucho tiempo, pese a los complicados inicios en los que Trump parecía inmerso en el Deep state y, si todo va bien y el Deep state lo permite, pueden aplicarse muchas medidas en favor de la libertad.