El voto hispano ha resultado clave para Donald Trump en su victoria en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. El vuelco de una masa de votantes tradicionalmente asociada al Partido Demócrata ha podido ser una de las claves que está por devolver al republicano a la Casa Blanca para un segundo mandato.
Aún es pronto para conocer al detalle el comportamiento del voto hispano en los cincuenta Estados del país, pero el cambio de tendencia parece evidente. De acuerdo a varias encuestas a pie de urna, Trump se ha llevado el 45% de esos sufragios, aún por debajo de Harris (con el 53%) pero muy por encima del 32% que se adjudicó en 2020, cuando ganó las elecciones Joe Biden.
La economía, al final, parece haber influido mucho más en la capacidad de movilización de los hispanos que otras cuestiones como la inmigración o el aborto, como apuntaban los expertos y los encuestadores.
«Está todo carísimo, disparado por la inflación y la situación en el extranjero. Con Trump esto no pasaba y por eso espero que gane», explicó un hispano a El Mundo.
También con los afroamericanos la evolución de Trump ha sido notable en estados como Michigan o Pensilvania, golpeados por la subida de precios y el incremento de la canasta básica familiar. La campaña de Harris esperaba un mayor apoyo en condados clave de esos estados bisagra, especialmente en los suburbios de grandes zonas urbanas, pero Trump parece convencer más como gestor económico que su rival.