MIAMI – El presidente electo Donald Trump ganó las elecciones del 5 de noviembre con el voto popular con 5 millones más que su rival Kamala Harris, y el electoral con 312. El Senado tendrá una mayoría republicana y todo indica que la Cámara de Representantes también estará bajo control de los conservadores.
Los republicanos han alcanzado ya 53 escaños en el Senado, luego que Dave McCormick resultó vencedor en Pensilvania. Mientras que en la Cámara Baja los republicanos estaban a 9 votos el jueves de conseguir la mayoría, actualmente han logrado 209 escaños, mientras que los demócratas 193. Están en disputa 32 asientos en esa cámara, mientras que en el Senado cuatro.
Con la posibilidad de añadir la Cámara de Representantes a su botín de victorias, junto con el Senado y la Casa Blanca, Donald Trump se convertirá en enero en uno de los presidentes con mayor poder en la historia de Estados Unidos con un arrollador respaldo que le otorgó el electorado.
Cinco aspectos fundamentales le ayudan a consolidar sus bases:
Legitimidad democrática
Pasado el mediodía del jueves, con cinco millones de votos de ventaja, Trump ha allanado el camino para ganar también el voto popular frente a la demócrata Kamala Harris.
De confirmarse, Trump será entonces el primer presidente republicano en 20 años en lograr esta hazaña, lo que pone en tela de juicio a las encuestadoras que predijeron lo contrario, al pronosticar una «reñida» contienda.
El presidente electo de 78 años ya ganó y sobrepasó la mayoría necesaria del colegio electoral. Newsmax reveló que Trump alcanzó 312 votos electorales tras ganar los estados de Arizona y Nevada, donde los conteos lo situaban a la cabeza. Eso significa que Trump ganó en los siete estados clave.
«Estados Unidos nos dio un potente mandato sin precedentes», dijo el presidente número 47 el miércoles.
Contrario a las elecciones de 2016 en las que Hillary Clinton obtuvo más votos que Trump, esta vez el republicano podrá apoyarse en esta legitimidad popular en especial de cara a los jueces que le procesan en contubernio con los demócratas y a los que acusa de ser corruptos.
¿Congreso aliado?
Cuando aún resta que se defina una treintena de escaños de los 435 de la Cámara de Representantes, los republicanos lideran la carrera para conservar su mayoría.
El martes, el bando de Trump ya retomó el control del Senado, la cámara alta del Congreso y el jueves sumó un escaño más, están en disputa otros 4. Este órgano clave del poder federal ostenta atribuciones muy importantes, en especial sobre la nominación o destitución de figuras claves del ejecutivo, o incluso en la confirmación de magistrados federales.
Además, el presidente electo se encargó de unir al partido en un sólido bloque, que desde ahora adopta su línea «Make America Great Again» (Hagamos que Estados Unidos sea grande otra vez).
Una inmunidad inédita
Trump será el primer presidente en asumir sus funciones contando con una cómoda dosis de inmunidad en el ejercicio del cargo.
Esto debido al fallo de la Corte Suprema del 1 de julio sobre el expediente contra Trump por sus supuestos intentos de anular los resultados de las elecciones de 2020 ganadas por el demócrata Joe Biden, una de las varias acusaciones con la que los demócratas intentaron sacarlo de la contienda electoral un año y medio antes de los comicios presidenciales, utilizando para ello el Departamento de Justicia, que dirige el fiscal general Merrick Garland, nombrado por Biden y un aliado del expresidente Barack Obama.
Convertido nuevamente en jefe de Estado, tendrá ahora un horizonte completamente despejado.
Un gobierno en base a trabajo y resultados
Entonces un novato de la política, Trump había aceptado al inicio de su primer mandato en 2017 rodearse de funcionarios curtidos y con experiencia en el sector público, una manera de tranquilizar a las cancillerías extranjeras.
Frente al comportamiento a veces imprevisible del mandatario, se había apodado a estos elementos moderadores como «los adultos en la sala».
Pero para su segundo periodo, Trump no oculta sus intenciones de nombrar a sus más leales colaboradores en base a trabajo, eficiencia y resultados, en especial a los que le ayudaron en su campaña, entre ellos los multimillonarios Vivek Ramaswamy o Elon Musk.
Trump, quien durante su primera presidencia atacó las decisiones soberanas de la Fed (banco central estadounidense), tendrá esta vez la oportunidad de nominar en 2026 al sucesor de su actual presidente, Jerome Powell, quien ya advirtió que no renunciará en caso de que el nuevo presidente se lo pida.
Refuerzo conservador en Corte Suprema
Tras haber logrado en su primer mandato inclinar hacia el conservadurismo a la Corte Suprema, con el nombramiento de tres de sus nueve jueces, Trump tendrá ahora la oportunidad de consolidarlo a largo plazo.
Dos de los pilares conservadores de la Corte, Clarence Thomas y Samuel Alito, de 76 y 74 años respectivamente, podrían retirarse y dejar que Trump nomine a dos sustitutos mucho más jóvenes.
El Supremo, que se pronuncia sobre los más importantes temas de la sociedad y sobre litigios electorales, mantendría así su mayoría conservadora posiblemente por décadas.