BOGOTÁ.- El régimen de Nicolás Maduro, faltó de recursos económicos, estaría tratando de vender la petroquímica venezolana Monómeros, ubicada en la ciudad colombiana de Barranquilla, antes de que Donald Trump asuma la Presidencia de Estados Unidos, el 20 de enero de 2025.
Así lo dio a conocer este sábado, 9 de noviembre, el presidente colombiano, Gustavo Petro, a través de una carta dirigida al dictador venezolano, publicada en la red social X.
Según la misiva, con fecha del 8 de noviembre, el presunto testaferro de Maduro que fue liberado por la administración Joe Biden – Kamala Harris, Alex Saab, que desde el 18 de octubre funge como ministro de Industria y Producción Nacional, a pesar de ser ciudadano colombaino, intenta vender la estatal venezolana. Situación a la que Petro, afín al chavismo, se niega.
El mandatario colombiano deja en claro, de manera «respetuosa y atenta», su oposición a la privatización de Monómeros, empresa que ha sido señalada lavar dinero del narcotráfico del llamado cartel de los Soles, del que forman parte diversos jerarcas del régimen venezolano.
Privatización de Monómeros
El mandatario indicó que la administración del expresidente Iván Duque (2018-2022), que tuvo el control de la estatal junto a la oposición venezolana durante el gobierno interino de Juan Guaidó (2019-2023), se intentó vender, por lo que cuestionó que ahora lo haga Saab.
Entre las razones por las cuales se opone «integralmente», Petro mencionó que la comercialización de urea de Monómeros le garantiza a millones de familias venezolanas y colombianas la productividad de sus tierras, y les «asegura ingresos suficientes para tener una vida digna».
«La privatización y venta de Monómeros implicará el encarecimiento de los productos primarios agrícolas en nuestros países. Además, obligará a nuestros campesinos y campesinas a depender de productos extranjeros y del precio de insumos agrícolas del mercado internacional», advirtió Petro.
A su juicio, esa decisión podría «condenar a la pobreza y el hambre» a millones de personas. En este sentido, instó al dictador venezolano, que el 10 de enero de 2025 debería entregarle el cargo al presidente electo, Edmundo González Urrutia, a «reconsiderar la privatización de la compañía que ha dado y puede seguir dando sustento a millones de familias» en ambos países.