Los republicanos aseguraron su triunfo en la Cámara de Representantes y en el Senado al alcanzar mayoría en ambas instancias con 218 y 53 escaños respectivamente. Luego de una semana de las elecciones en Estados Unidos finalmente estos concretaron la esperada trifecta, la cual acompaña la victoria de Donald Trump a la Presidencia. Por ende, el futuro mandatario tendrá garantizada una mayor gobernabilidad desde Washington.
El siguiente paso es aplicar una reforma del gobierno federal y cambios profundos en la política interna y externa, como lo había adelantado Trump y Mike Johnson, actual presidente de la Cámara baja. La crisis fronteriza será prioridad en los primeros días del nuevo gobierno republicano, ya que en la agenda está la aprobación de un proyecto de ley de seguridad fronteriza. Luego, vendría la reducción de impuestos.
Sin embargo, los estadounidenses deben esperar algunas semanas más ya que el 119º Congreso asume el 3 de enero de 2025 y el presidente electo lo hará el 20 de enero. Mientras ese tiempo transcurre, los demócratas seguramente van a digerir el “shock” que según Washington Post atravesaban previamente “al ver cómo se les escapaban las posibilidades de mantener la mayoría” durante el conteo de los votos en cada estado.
Republicanos preparan el terreno del 119º Congreso
El nuevo líder del Senado será John Thune. Se impuso con 29 votos ante John Cornyn, de Texas, y Rick Scott, de Florida, para reemplazar a Mitch McConnell, el político con más años en el cargo en la historia del país y quien presidía el partido en la Cámara alta desde 2007. “Gracias, presidente Trump. Estoy listo para ponerme a trabajar”, escribió en X cuando el próximo mandatario lo felicitó, pasando a convertirse en ” una de las personas más poderosas en Washington”.
En cuanto a la Cámara de Representantes, hay varias cosas en el medio por solucionar. El hecho de que Trump haya elegido a varios congresistas para puestos clave de su gabinete hace que esos escaños queden vacíos. Las vacantes siempre deben llenarse mediante elecciones especiales, según la legislación. No se permite que un gobernador nombre a alguien temporalmente para ocupar un escaño en la Cámara, ya que la representación debe ser decidida directamente por los votantes del distrito correspondiente.
Y es que Trump nominó a la representante republicana Elise Stefanik como embajadora en la ONU y al representante Michael Waltz como asesor de Seguridad Nacional. En el caso de Matt Gaetz, renunció a su escaño el mismo día en que Trump anunció que sería nominado como fiscal general. Serían tres votos menos dejando a los republicanos con 215 bancas. Ahí comenzará el trabajo de Mike Johnson al tener la responsabilidad de conseguir votos “entre los republicanos moderados que tal vez no apoyen sus políticas más heterodoxas, así como entre los partidarios de la línea dura que se rebelan cuando las políticas no son lo suficientemente conservadoras”.
Si hay una conclusión, es que se trata de cambio en el panorama político del país y de un golpe para los demócratas, quienes deberán luchar contra viento y marea si quieren obstaculizar algún proyecto de ley del próximo gobierno republicano, o al menos, en sus primeros dos años hasta que se realicen las elecciones intermedias.