El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, estuvo presente en el segundo lanzamiento de prueba del megacohete Starship, de SpaceX, efectuado este martes desde una base en Boca Chica, Texas.
La visita del magnate a las instalaciones de Space X ratifica el vínculo que ha desarrollado Trump en los últimos meses con el propietario de la empresa, el multimillonario Elon Musk. Durante los últimos días ambos han sido retratados en varias ocasiones en actos públicos y reuniones privadas durante los preparativos para el arranque de la nueva Administración de Gobierno, previsto para enero próximo.
La semana pasada, durante una gala efectuada en la mansión del mandatario electo en Mar-a-Lago (Florida) en la que incluso estuvo el presidente argentino Javier Milei, Musk fue llamado por Trump para formar parte de la fotografía familiar de la noche.
La presencia de Trump en el lanzamiento del martes tiene un significado especial, dado que Starship es la piedra angular de Space X. Contando con unas dimensiones de 121 metros de altura y siendo construido con acero inoxidable, se supone que el megacohete hará realidad la ambición de Musk de poder llevar a los humanos a habitar Marte.