El Gobierno demócrata de Estados Unidos admitió que a unos 12000 migrantes, la mayoría haitianos, se les permitió ingresar al país tras haber saturado la ciudad de Del Río, en Texas. Según su testimonio, a estas personas se les impuso «condiciones» y «monitoreo», pero advirtió que el número puede aumentar.
“Aproximadamente, creo que son unos 10000 o más, 12000”, dijo Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) a Fox News cuando se le preguntó cuántos migrantes habían sido liberados. Chris Wallace, entrevistador en la cadena televisada, se remitió a cifras del Departamento de Justicia: 44 % de los migrantes liberados faltan a comparecer ante el tribunal. Ante este dato, Mayorkas declaró que se cumplirán las «pautas de aplicación» contra las personas que no vayan a las audiencias judiciales.
Sin embargo, la cifra está resonando en medios de comunicación estadounidenses. Si bien, un primer balance estimó que bajo el puente había entre 14000 y 15000 personas cuando comenzaron los desalojos, el número subió a 30000 al tomar en cuenta el total de migrantes que pasaron por Texas desde el 9 de septiembre. En pocas palabras, EE. UU. permitió la entrada a casi la mitad de los migrantes que entraron a partir de esa fecha.
Además hay que considerar el posible aumento que mencionó Mayorkas, ya que otros 5000 migrantes están siendo procesados por el organismo. Adicional a esto, 3000 están detenidos. Los números son el resultado de la oleada migratoria que arreció a mediados de septiembre, la mayoría haitianos. El puente quedó vacío, pero ahora el Gobierno de Joe Biden se enfrenta al reto de controlar a los que quedaron dentro del país.
«No van a asegurar la frontera»
Un reporte de Bill Melugin, periodista que estuvo en la frontera, indicó el 24 de septiembre que no se realizaron pruebas de COVID-19 a los que estuvieron bajo el puente en Texas. Esta vez, en la entrevista reciente, Mayorkas dijo que sí se habían hecho testeos, excepto a quienes devolvieron en vuelos bajo el Título 42.
El director de DHS rechazó retomar la idea del muro, iniciada por el expresidente Donald Trump. Continuando con la retórica de la Casa Blanca, añadió que «la ley establece que las personas pueden reclamar ayuda humanitaria». Sin embargo, gobernadores de varios estados de EE. UU. han advertido sobre los peligros de recibir migrantes a gran escala sin leyes regulatorias para garantizar la entrada bajo condiciones aceptables.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha sido firme acusando al Gobierno de Biden de «negligencia» en el cumplimiento de su deber. “Crearon un imán que ha llevado a estos grupos masivos de haitianos, así como otros grupos, a venir por una razón y es porque han enviado un mensaje y una señal al mundo entero de que no van a asegurar la frontera, que les permitirán cruzar», expresó de acuerdo con una reseña del New York Post.
La crisis migratoria continúa
¿Cuál será la metodología que usará el Gobierno de Joe Biden para atender y procesar a todos los migrantes que entraron a territorio estadounidense desde Texas? No se sabe. Las palabras poco detalladas de Mayorkas son lo más cercano a esta respuesta. El funcionario también evitó fijar posición sobre la acusación de los demócratas de supuestos latigazos de la patrulla fronteriza contra migrantes haitianos. «Es objeto de una investigación» que «será determinada por los hechos y nada más».
En total, 19000 migrantes están dentro de EE. UU. tan solo de esta oleada. A eso hay que sumarle unos 20000 refugiados afganos en bases militares producto de la caótica retirada de las tropas del país asiático. Adicionalmente, están los que todavía ingresan al país por otros puntos fronterizos además de Del Río. Desde que inició el año fiscal 2021 han cruzado ilegalmente más de un millón y medio de personas, muchas de ellas han sido deportadas. Pero el drama continuará hasta que la Casa Blanca, especialmente la vicepresidente Kamala Harris, aborde correctamente el problema.
Fuente: Diario las Américas