El fracaso del Frente de Todos parece indicar que el próximo gobierno, definitivamente, será para alguien del universo opositor. Esta realidad ya la reconocen por lo bajo hasta los intendentes del conurbano bonaerense, que buscan estrategias para “salvar las papas” en su distrito, ya que el peronismo podría perder también la provincia de Buenos Aires. Mientras todos los reflectores apuntan a Cristina Kirchner, su hijo dice que no cree que vaya a ser candidata. Pero Alberto Fernández también tiene a su vocero que habla por él. Aníbal Fernández, el ministro de Seguridad, señaló que el actual mandatario buscará un segundo mandato, con todas las encuestas en contra.
El fin de semana, Máximo Kirchner tuvo una entrevista en un medio partidario y dejó algunos puntos en claro para entender las intenciones de su madre. Aseguró que ella ha sufrido un gran desgaste personal, que ya ha dado lo que tenía que dar en los últimos años y que no creía que vaya a competir en las elecciones presidenciales de 2023. Ante la pregunta obvia sobre quién representaría al oficialismo, el diputado y líder de La Cámpora dijo que sería “muy raro” que el presidente compita en una primaria, con otros candidatos peronistas en el llano.
Aunque la simple lectura pareciera indicar que el legislador respalda la reelección de un candidato que no debe competir con nadie en las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), lo que está haciendo es todo lo contrario. Le dice a Alberto, públicamente, que debe bajarse para que el peronismo pueda encontrar un candidato más competitivo para tratar de remontar la complicada situación de cara a la opinión pública.
El que levantó el guante fue el otro Fernández, Aníbal. Esta mañana, el ministro dijo que no hay que tenerle miedo a la competencia y que Alberto puede disputar una PASO con el peronista que desee representar al oficialismo el año que viene. Sin embargo, el actual mandatario tiene un respaldo muy bajo en las encuestas y podría irse del gobierno como el mandatario justicialista que más dilapidó su capital político en cuatro años de gestión.
Otra cosa que podría ser toda una novedad sería el peronismo tercero en una elección general, quedándose afuera de un eventual balotaje. Al día de hoy, las consultoras indican que la sumatoria de todos los candidatos de Juntos por el Cambio garantizarían un primer lugar. Sin embargo, la coalición del macrismo y el radicalismo podría tener un balotaje complicado. Aunque ganarían en un mano a mano con un representante del kirchnerismo, las últimas encuestas indican que el segundo puesto podría ser para el diputado liberal Javier Milei. Aunque hasta hace un tiempo era inimaginable este escenario, en las usinas del macrismo ya lo ven como una posibilidad real, por lo que es probable que en los próximos meses los tiros cambiemitas vayan hacia la trinchera libertaria.