“El régimen de Managua todavía sigue sujeto a las obligaciones de la organización”, aseguró este lunes el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, durante un evento académico en Miami, en alusión al retiro de Nicaragua de esa institución multilateral y al cierre de sus oficinas en la capital del país centroamericano.
Según Almagro, quien participó por videollamada en el foro “La izquierda y la derecha en el siglo XXI” organizado por el Instituto Interamericano para la Democracia (IID), “el proceso para salirse de la OEA es más largo y complicado que simplemente dar un portazo e irse”.
A juicio del titular de la OEA, lo ocurrido en Managua con el cierre de las oficinas de esa organización es una “violación flagrante del derecho internacional y de las inmunidades diplomáticas por parte del régimen nicaragüense”.
La dictadura de Nicaragua comunicó a través de su canciller, Denis Moncada, la renuncia del país ante la OEA y anunció el retiro de credenciales de sus funcionarios ante esa institución en Washington, así como el cierre de las instalaciones de la entidad en Managua.
La declaración del régimen de Daniel Ortega señala que la OEA constituye “uno de los instrumentos políticos de intervención y dominación” del Departamento de Estado de EEUU y “violenta los derechos y soberanía” de esa nación.
Para Almagro, el paso dado por Ortega “no es algo sorpresivo”.
Agregó que “esta acción nicaragüense contra la OEA constituye una violación flagrante”, “en consonancia con esa actitud despótica que tienen determinadas dictaduras que no solamente se colocan por encima del Estado de derecho interno, avasallándolo, destruyéndolo, sino también pretenden colocarse por encima del derecho internacional”.
El régimen de Ortega había anunciado su salida de la OEA el 19 de noviembre de 2021, bajo la premisa de que dando un paso al costado también dejaría de formar parte de todos los mecanismos y cuerpos de la organización interamericana, incluidas reuniones como la Cumbre de las Américas.
Almagro comparó la decisión adoptada por Managua con el rompimiento de relaciones de Ortega con Taiwán, cuando en diciembre pasado el régimen suspendió abruptamente contactos con Taipéi y los reinició con China.
“Nosotros simplemente manteníamos una oficina abierta, que era un esquema de apoyo a las misiones especiales que enviamos, como la que liberó a los más de 320 presos políticos en el 2019. Pero es distinto cuando hay una estructura de servicio exterior diplomática en funcionamiento, como fue el caso de Taiwán”, explicó.
Dijo además que la OEA está compuesta por varios órganos políticos que venían estudiando la aplicación de la Carta Democrática Interamericana contra el régimen sandinista, que contempla fuertes sanciones.
Señaló al respecto que la aplicación del artículo 21 de la Carta “estaba muy avanzada”, “hasta que tuvimos que también ocuparnos del caso de la guerra de agresión de Rusia a Ucrania”.
“Anoche [lunes] enviamos una nota informe a la presidencia del Consejo Permanente sobre lo que había ocurrido con la Oficina Nacional de la OEA en Managua, y obviamente serán los países los que determinarán el curso a seguir”, añadió.
De acuerdo con Almagro, la salida intempestiva de Nicaragua de la OEA ha generado “repudio y condena”, a lo que sumó que “nadie en este hemisferio quiere que a su embajada le ocurra lo que a la OEA le acaba de ocurrir”.
“Por lo tanto, esto es algo completamente improcedente, repudiable y condenable”, puntualizó.
Fuente: Diario Las Americas