lunes, noviembre 25, 2024
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Alza de salarios y bajo desempleo son ahora malas noticias

MIAMI– La paulatina subida de precios en los últimos años y como remate la escalada 2021-2022 han sumergido en un pozo las finanzas de decenas de millones de familias pobres y de clase media en Estados Unidos.

La crisis inflacionaria desatada por la administración de Joe Biden y la inacción durante 12 meses de la Reserva Federal causaron que muchas personas buscaran alternativas en pequeños negocios por internet o terminaran con dos empleos a medio o tiempo completo para sumar más ingresos, un fenómeno que avanzó en silencio cada año después de la gran recesión del 2007 al 2009.

Dos salarios, por encima de los 35.000 dólares, se hicieron insuficientes en la última década para millones de familias promedio con uno o dos hijos. De ahí que muchos dejaran sus tradicionales empleos para trabajar desde casa o extender la semana a siete días laborales con otras opciones en sus días u horarios de descanso en el sector de servicios, hostelería y turismo, grandes empresas y minoristas como Amazon.

Los cambios

La llegada de la pandemia aceleró el trabajo remoto y cambió determinados conceptos que habían perdurado durante décadas como los empleos estables de más de 15, 20 y 30 años que desarrollaron la clase media en EEUU y ampliaron la clase media alta con jugosos ingresos.

La estabilidad de las compañías estadounidenses dentro de EEUU también finalizó durante el éxodo hacia Asia y América Latina -fundamentalmente- en busca de abaratar costos de producción y beneficios por empleados, que se redujeron sustancialmente dentro del país en los últimos 10 años.

Los paquetes de respaldo económico, tras el primer pico de la pandemia en marzo de 2020 para revertir el impacto devastador en la economía estadounidense, y que terminaron siendo excesivos e innecesarios en el gobierno de Biden, impulsaron el desestímulo laboral en casi todos los sectores: la producción, los servicios y el turismo, la industria y la manufactura en el país.

Escasez de empleados y salarios

En el 2021, la cifra de empleos disponibles a nivel nacional se disparó por encima de los 11,5 millones, una escasez notable de fuerza laboral que prosiguió en el 2022 y generó afectaciones en la descarga portuaria y en el transporte terrestre de mercancías, bajo precios récord en los combustibles.

Hoy, se mantienen unos 10 millones de posiciones sin cubrir y el déficit inmediato de fuerza laboral en la nación supera los 4 millones, según el Banco Central estadounidense.

La falta de mano de obra forzó a muchas empresas a subir los salarios y ofrecer beneficios para contener su fuerza laboral y captar nuevos empleados.

El sueldo promedio por hora registró en diciembre su menor crecimiento desde agosto de 2021: 4,6% respecto a igual mes de 2021, frente al 4,8% en noviembre, según datos del Departamento de Trabajo.

Estas cifras muestran que “el crecimiento de los salarios se modera», dijo Ian Shepherdson, economista de Pantheon Macroeconomics.

Esto es «esencial para que la inflación no se dispare nuevamente» una vez que comience a disiparse el alza de los precios, añadió el analista.

La persistente inflación

En el último semestre del año anterior, la Reserva Federal siguió atentamente el comportamiento de los salarios y el mercado laboral.

La mayoría de los miembros de la Junta del Banco Central estadounidense coincide en que aún queda mucho camino por recorrer contra la inflación, a pesar de las señales que ofrece la situación actual. Por lo tanto, no augura ninguna reducción de las tasas en 2023.

El pico de aumento de salarios se dio en marzo, con incrementos de 5,6% en la comparación interanual. En la medición mes a mes, en diciembre, el alza fue de 0,3% frente a 0,4% en noviembre.

«Observamos una reducción de la presión sobre los salarios», dijo Nela Richardson, economista jefe de ADP, una firma que gestiona el pago de salarios y publica una encuesta mensual sobre el empleo privado.

Richardson considera que el dato de diciembre es «positivo, porque para que la inflación se modere, los salarios deben crecer a un ritmo saludable».

Sin embargo, las estadísticas sobre los salarios son una noticia poco bienvenida para los trabajadores en el actual contexto económico, debido a que «incluso a niveles elevados, no suben (en correspondencia) con una inflación que ha demostrado ser muy fuerte y persistente», matizó Richardson.

Recientes encuestas y estudios manifiestan, en su mayoría, que más del 56% de los estadounidenses se las ingenia para cubrir sus gastos básicos y llegar a fin de mes, mientras que los altos precios continúan destrozando el bolsillo de los estadounidenses.

La inflación en noviembre marcó 7,1% frente a 7,7% en octubre, según el índice de precios al consumo CPI.

Los despidos masivos

El pronosticado freno del consumo y de los indicadores que impulsan la economía frente a las medidas del Banco Central para frenar la inflación entregaron suficientes motivos a las grandes empresas en EEUU, en especial a las tecnológicas, para detener las contrataciones, las alzas salariares y emprender despidos masivos.

Desde mediados del 2021, las grandes compañías tecnológicas estadounidenses registran fuertes pérdidas en sus acciones en Bolsa ante el impacto económico bajo las acciones de la Reserva Federal para contener la histórica inflación en EEUU.

La decisión de despidos masivos de Amazon, Alphabet (Google), Meta (matriz de Facebook, WhatsApp e Instagram), Microsoft, Intel, Tesla, Twitter y otras avalan el temor de los inversionistas a una recesión extendida, cuando la industria de la tecnología ha sido la de mayor crecimiento financiero y expansión en los últimos 10 años.

El gigante tecnológico Intel anunció el despido de más de 22.000 de sus 113.700 empleados (cerca del 20%), por un decepcionante pronóstico de la compañía y después de que sus acciones se redujeron más de la mitad en 2022.

Amazon funcionará en 2023 con casi 19.000 trabajadores menos, mientras que Meta deja sin puesto laboral a 11.000 personas, al tiempo que Microsoft se deshacía del 1% de su plantilla y Apple suspendía sus contrataciones en un primer paso, por ahora.

Tesla se queda sin el 10% de su personal, al tiempo que Twitter, ahora en manos de Elon Musk, decide un reajuste general y elimina casi 4.000 puestos entre renuncias y cesantías.

«Desafortunadamente no hay otra opción cuando la empresa pierde más de 4 millones de dólares por día», dijo Elon Musk en un mensaje escrito.

Desde mayo de 2022, Netflix y otras empresas dijeron que prescindirían de más de 15.000 empleados.

Por su parte, Lyft reduce el 13% de su fuerza laboral y el mismo camino emprendió Uber, cuyos directivos desde hace meses trabajaban en una transformación casi completa de la empresa.

Tanto las automotrices como el fabricante de aviones Boeing congelaron sus contrataciones desde el 2021 frente a la grave crisis de semiconductores y otros problemas de suministros, debido a la preocupante dependencia del exterior.

Las perspectivas

Bajo esta situación y del esperado impacto de las subidas de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en 2023, los salarios no deben crecer y el desempleo debe aumentar. Es precisamente eso lo que busca la Fed. Sin embargo, algunos analistas opinan lo contrario.

«Las empresas siguen obligadas a aumentar salarios para retener trabajadores y tienen dificultades para cubrir los puestos vacantes», explicó Julia Pollak, economista jefe del sitio de anuncios de empleos ZipRecruiter.

«Por lo tanto, la presión al alza de los salarios continuará en un futuro cercano y la escasez de mano de obra podría, además, prolongarse mucho más de lo previsto”, acotó.

Lo que en un momento económico normal hubieran sido noticias gratificantes como el alza de salarios y el bajo desempleo, ahora no lo son frente a la desesperada carrera de la Reserva Federal por contener la inflación, donde el espeluznante costo de vida evapora cualquier beneficio.

La economía de EEUU se encuentra en un punto donde las malas noticias se convierten en buenas y viceversa. Junto a la gran incertidumbre navegan la inflación y la recesión económica, una mezcla con muy escasas alternativas de optimismo bajo gobierno de izquierda, cuyas prioridades -lejos de beneficiar- atentan contra el desarrollo de la nación.

lmorales@diariolasamericas.com

Fuente: Diario las Américas

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