WASHINGTON- El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, dijo el martes que ha ordenado a una comisión iniciar una investigación formal para un juicio político al presidente Joe Biden por presunta corrupción junto a su familia.
McCarthy dijo que «la investigación de la Cámara ha encontrado una ‘cultura de corrupción’ significativa en torno a la familia Biden.
Diversos elementos sobre supuesta corrupción de la familia Biden, incluido el presidente Joe Biden, han salido a la luz pública con más fuerza en los últimos dos años, tras el escándalo de Hunter Biden, el hijo del mandatario.
«Estoy pidiendo a nuestro comité de la Cámara de Representantes que abra una investigación formal de juicio político contra el presidente Joe Biden», dijo McCarthy y luego afirmó: «el presidente demócrata Joe Biden mintió al pueblo estadounidense sobre los negocios de su hijo en el extranjero y su participación directa en esos negocios.
Hunter Biden, el hijo de 53 años del presidente, es otro de los objetivos de la pesquisa en el Congreso por parte de los republicanos, al ver que la Justicia en EEUU -hasta el momento- ha favorecido de forma visible a la familia Biden y a mirado hacia un lado sobre declaraciones y supuestas pruebas de corrupción a gran escala.
Le acusan, en particular, de haber realizado acuerdos cuestionables en Ucrania y China mientras Joe Biden era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), aprovechando los contactos y el nombre de su padre con grabaciones de éste intercediendo en los negocios turbios de su hijo a nombre del poder en Wshington.
La Constitución de Estados Unidos establece que el Congreso puede destituir al Presidente en caso de «traición, soborno u otros crímenes y delitos mayores».
La apertura de un procedimiento de ‘impeachment’ es reclamada desde hace meses por el Partido Republicano y a petición de decenas de millones de estadounidenses, que han visto cómo la Justicia intenta despedazar al expresidente Donald Trump a toda costa mientras se hace de la vista gorda con Biden y la familia en general.
Los demócratas responden que estos esfuerzos de la derecha no son más que cortinas de humo utilizadas para ocultar los problemas legales que se le acumulan a Donald Trump, inculpado cuatro veces en menos de seis meses.
La Casa Blanca salió al paso de las declaraciones de McCarthy. «La Cámara de Representantes ha investigado al presiden durante nueve meses y no han encontrado ninguna prueba de irregularidades», dijo Ian Sams, portavoz gubernamental para supervisión e investigaciones, en X.
Sin embargo, las últimas pesquisas revelan lo contrario y los conservadores afirman que hay suficientes razones para investigar formalmente al actual mandatario.
Bajo esta presión, informaciones desde la Casa Blanca, indican a un Biden agresivo contra sus principales asesores y su equipo de prensa frente a lo que sería un cúmulo de frustraciones, entre ellas la de no poder contrarrestar la popularidad y el poder político del expresidente Trump frente al desplome en las encuestas de su gestión en la Casa Blanca junto al escándalo de su hijo.
Varios importantes asesores y del equipo de prensa han renunciado en el último año y medio como el asesor económico principal de la Casa Blanca, Brian Deese, y la principal asesora sobre política interna, Susan Rice, entre otros miembros de su equipo de prensa.
Hasta ahora, nunca un presidente ha sido destituido en un juicio político en la historia de Estados Unidos.
Tres fueron acusados: Andrew Johnson en 1868, Bill Clinton en 1998 y Trump en 2019 y 2021. Todos fueron finalmente absueltos.
Richard Nixon prefirió dimitir en 1974 para evitar una destitución segura por parte del Congreso a causa del escándalo Watergate.