Marcos Juárez es especial para Mauricio Macri. Allí comenzó a transitar su espacio político el camino que lo llevó a la presidencia de la Nación en 2015. Sin embargo, esa aventura terminó mal. Sin las reformas de fondo que necesitaba la Argentina para cambiar el rumbo, a pesar de haber dado unos pasos correctos en lo institucional, Juntos por el Cambio fracasó estrepitosamente en el ámbito económico y volvió el kirchnerismo. Claro que el Frente de Todos tampoco hizo lo que tenía que hacer y hoy, en medio del desastre, se derrumba en las encuestas. Las vueltas de la vida parecen darle al macrismo una nueva oportunidad, pero ahora tendrán que lidiar con el espacio liberal, cada vez más sólido en todo el país.
El gobernador de Córdoba, el “peronista no kirchnerista” Juan Schiaretti, jugó fuerte en la ciudad de Marcos Juárez, ubicada en plena pampa húmeda, a 250 kilómetros de Córdoba capital y a 150 de Rosario. Es que, aunque todavía no blanqueó sus intenciones, sueña con aparecer como “el tapado”, que pueda dar el batacazo en las presidenciales del año próximo como el candidato que se ubica fuera de “la grieta”.
Además de poner la cara en la campaña por su candidata Verónica Crescente, Schiaretti contó con el guiño del kirchnerismo que no presentó a nadie en las elecciones para no dividir el voto. Al peronismo unificado le dio el cuero para posicionarse en los medios en la semana previa a la elección que estaban liderando las encuestas, pero para nada más. La victoria del macrismo fue total: Sandra Majorel (Juntos por el Cambio) obtuvo el 55 % y le sacó casi 17 puntos de ventaja al frente peronista Unidos por Marcos Juárez.
En los días previos a las elecciones de ayer, se presentaron en la ciudad cordobesa los distintos referentes de JxC que respaldaron a Majorel y anoche se subieron a la foto de los festejos. Sin embargo, la interna en la coalición opositora está caliente. El intendente de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, quiere ser el candidato a presidente, pero la exministra de Seguridad Patricia Bullirch también confirmó la semana pasada su precandidatura a las primarias. Mauricio Macri, que por ahora no confirma ni niega nada, sigue diciendo que está para fortalecer el espacio, pero también quiere su “segundo tiempo”. También desde el radicalismo se insinúa que habrá candidato propio y el espacio de Republicanos Unidos seguramente postule a Ricardo López Murphy en una boleta nacional.
La paliza cordobesa, además de inflarle el pecho al macrismo, es un durísimo llamado de atención para el peronismo, que cayó derrotado por una gran diferencia en una elección donde presentó una unidad excepcional que no podrá replicar en muchos otros lugares el país.