Los titulares de los principales medios argentinos lo calificaron como una “misión imposible”, pero el gobierno de ese país ha dicho que quiere de vuelta los $2,700 millones que Cuba le debe desde los años setenta. La isla, que recientemente incumplió varios acuerdos de renegociación de su abultada deuda externa, no se ha pronunciado.
La primicia la obtuvo el diario La Nación, que aseguró que el gobierno de Alberto Fernández ha pedido a su canciller, Felipe Solá, que recuerde a La Habana las cuentas pendientes, que representan un seis por ciento de lo que Buenos Aires debe al Fondo Monetario Internacional.
El rotativo recuerda que los gobiernos de Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Néstor Kirchner y Mauricio Macri ya intentaron cobrarle la deuda a Cuba, que siempre esquivó su pago. La prensa argentina asegura que el canciller de ese país se acercó a su par cubano, Bruno Rodríguez, para plantearle el tema de la deuda en una cumbre en México, pero Rodríguez le dijo que el tema sería tratado más adelante.
Cuba pidió $600 millones en la década del setenta a la Argentina para la compra de tractores, maquinaria agrícola, camiones y vehículos Fiat 125, Renault 12, Ford Falcon, Ami 8 y Peugeot 404. Como sucedió con muchos otros países, el régimen de Fidel Castro nunca devolvió el importe y continuó pidiendo prestado.
El principal de la deuda cubana con Argentina está valorado en $1,278 millones pero en cinco décadas se han acumulado otros $1,412 millones en intereses.
En la siguiente década Castro se erigió como un paladín contra la deuda externa de los países en vías de desarrollo y se negó a pagar las deudas cubanas, acumulando miles de millones de dólares en intereses que tuvieron que ser renegociados por su hermano Raúl, quien heredó la presidencia.
Según la prensa argentina el canciller Solá tiene previsto ofrecer a Cuba un paquete de reestructuración que contemple la devolución de la deuda en inversiones en la isla, así como exportaciones. Se presume que Argentina venda a Cuba tecnología para producir alimentos, uno de los principales dolores de cabeza del gobierno cubano, que importa el 80 por ciento de lo que se consume.
La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, es muy cercana al gobierno cubano. En la isla se refugió su hija Florencia, quien ha sido atendida por el médico personal de Raúl Castro.
En el 2016, la Justicia embargó los $4.66 millones que contenían unas cajas de seguridad propiedad de Florencia y otros $1.03 millones de una cuenta bancaria. Florencia dijo que era parte de la herencia de su padre, el ex presidente Néstor Kirchner.
El gobierno cubano pasa por una severa crisis de liquidez financiera por lo que ha tenido que acudir a medidas poco populares como la dolarización parcial de su economía.
Cuba ha incumplido varios acuerdos de reestructuración de deuda externa con España y el Club de París, agobiada por la crisis del coronavirus, la ineficiencia del sistema de corte soviético y las sanciones de Estados Unidos.
En 2016, el último año que la isla reportó oficialmente su deuda externa esta ascendía a $18,200 millones, una cifra que se ha incrementado sustancialmente según varios economistas cubanos.
Fuente: El Nuevo Herald