«Aún hoy seguimos negociando aspectos vinculados a la formalización de ese acuerdo que confío concluir a la brevedad», dijo sobre las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional el presidente argentino, Alberto Fernández, en su discurso al inaugurar las sesiones del Congreso. «A partir de esta semana esperamos que esté en manos de los legisladores considerar la aprobación del acuerdo que se alcance con el staff del FMI», añadió el mandatario.
El gobierno argentino negocia para refinanciar el préstamo de más de 44.000 millones de dólares concedido por el organismo en 2018 durante el gobierno de su predecesor, Mauricio Macri. Hace un mes, el propio Fernández anunció ya un acuerdo preliminar con el Fondo y hoy que pudiera anunciar los detalles del acuerdo, pero admitió que todavía se están ultimando los detalles. «Teniendo en cuenta la magnitud de los compromisos que asumió Argentina, y que buscamos modificar, defender los derechos de nuestro pueblo demanda mucho más que cinco minutos», justificó Fernández tras meses de negociaciones.
Argentina busca un acuerdo crediticio de facilidades extendidas, con un cronograma de pagos de 2026 a 2034. A cambio, se compromete a reducir su déficit fiscal del 3% del PIB actual a 0,9% en 2024. Según el actual convenio, Argentina debería pagar unos 18.000 millones de dólares este año y otros 19.000 millones en 2023, un horizonte que el gobierno considera imposible de cumplir.
Alberto Fernández, durante su intervención.
«El nuevo acuerdo no acumulará nueva deuda a la ya tomada por el Gobierno anterior. Es una refinanciación de aquel préstamo», remarcó. Sobre los subsidios a las tarifas de los servicios públicos que rigen en el país, especialmente al gas y la electricidad, uno de los puntos más sensibles del acuerdo, Fernández adelantó que serán retirados de manera segmentada y prometió que los precios no subirán por encima de los aumentos salariales.
El acuerdo, dijo no pondrá fin a la querella criminal que impulsa para establecer «la verdad y las responsabilidades» sobre el endeudamiento, una afirmación que motivó el retiro del recinto parlamentario de la mayor parte de los legisladores de oposición. En un comunicado, la coalición opositora Juntos por el Cambio cuestionó a Fernández por lo que calificó como una «actitud provocadora y violenta contra la oposición, que resulta inaceptable para un gobierno que busca un acuerdo de todos».
Además, los opositores, que exhibieron banderas de Ucrania en sus escaños, reclamaron que el gobernante «no condenó con claridad la acción expansionista de la Federación Rusa» sobre ese país, aunque al comenzar su intervención hizo referencia a la guerra y remarcó que «la paz del mundo se altera» por la «invasión militar» producida por Rusia.
Fuente: DW