Desde la Embajada de Estados Unidos en Panamá, se emitió este jueves, 13 de julio, una misiva en la que el secretario de Estado, Antony Blinken, informa la designación del expresidente panameño Juan Carlos Varela Rodríguez como “inelegible” para ingresar al país norteamericano, por lo que desde ahora este político no será bienvenido en territorio estadounidense.
Según la misiva, se indica que la decisión tomada partió de la vinculación de Varela con la polémica por “corrupción significativa”, en la que este se encuentra siendo investigado, relacionado con la compañía brasileña Odebrecht. “Durante su mandato como vicepresidente y, luego, como presidente de Panamá, Varela aceptó sobornos a cambio de adjudicar indebidamente contratos gubernamentales”, afirma Blinken en la misiva.
Además de la misiva por los canales oficiales, el secretario de Estado estadounidense también anunció su decisión a través de su cuenta de Twitter, en el mensaje recaló que el compromiso con el pueblo panameño se fortalecía al rechazar los actos de corrupción del expresidente Varela.
“Hoy anuncié la designación del expresidente panameño Juan Carlos Varela Rodríguez por su participación en importantes actos de corrupción. Estados Unidos está #UnitedAgainstCorruption (unido contra la corrupción) con todos los panameños en apoyo a la democracia y el estado de derecho”, indicó Blinken.
Pues bien, en el comunicado emitido por la embajada estadounidense se deja en claro que los casos de corrupción son uno de los principales hechos que limitan el crecimiento y desarrollo de la población afectada, por lo que Washington ostentó su participación en la lucha contra este flagelo para la “prosperidad de Panamá”. Además de recalcar los daños que se presentan en la democracia.
“Esta designación reafirma el compromiso de Estados Unidos de combatir la corrupción endémica en Panamá (…) La corrupción priva injustamente al pueblo de Panamá de servicios públicos de calidad como escuelas, hospitales y carreteras, perjudicando sus perspectivas económicas y su calidad de vida. Si no se aborda, la corrupción seguirá deprimiendo la prosperidad de Panamá, debilitando su democracia y evitando que desarrolle todo su potencial”, sentenció el alto mando estadounidense en el comunicado.
La acusación de Varela
Varela, junto al expresidente de Panamá Ricardo Martinelli, son dos de los altos mandos del país centroamericano que han tenido que dar la cara por sus acusaciones en el entramado de corrupción de Odebrecht. Ambos políticos han tenido que enfrentarse a los tribunales panameños y a restricciones de Estados Unidos por esta misma situación.
Juan Carlos Varela fue presidente del país entre 2014 y 2019 y está acusado de un delito de blanqueo de capitales por recibir unos cheques con supuestas donaciones de Odebrecht al Partido Panameñista para la campaña electoral de 2009, cuando fue vicepresidente de Martinelli.
Durante una segunda comparecencia ante la Fiscalía, Varela cargó contra Martinelli, quien está envuelto en la presunta compra de la Editora Panamá América S.A. (Epasa) con fondos públicos. En el caso Odebrecht también están implicados los hijos de Martinelli: Ricardo y Luis Enrique.
Martinelli, que fue presidente del país latinoamericano entre 2009 y 2014, fue imputado por presuntos delitos de blanqueo de capitales y corrupción en transacciones internacionales después de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española admitiera en abril de 2021 un recurso formulado por la Fundación Internacional Baltasar Garzón (Fibgar).
Martinelli aseguró en su declaración como imputado ante el juez de la Audiencia Nacional española, Ismael Moreno, que no recibió dinero por adjudicar las obras de las líneas 1 y 2 del Metro y de la Ciudad de la Salud de Panamá al consorcio capitaneado por Odebrecht, del que también formaba parte FCC.
La causa se abrió en 2017 a raíz de una querella contra un asesor jurídico de Odebrecht por la posible comisión de delitos de blanqueo, cohecho y organización criminal cometidos entre los años 2009 y 2015. La constructora brasileña se habría servido de sociedades españolas para blanquear las supuestas mordidas.
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