La mujer, que es empleada de Ascend, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos que trabaja con mujeres y niñas afganas, habló el martes bajo condición de anonimato por motivos de seguridad. Señaló que aquellos en su grupo cuentan con pasaportes y visas, pero que el Talibán les está impidiendo la entrada al aeropuerto.
Dijo que ha esperado abordar un vuelo por ocho días. En algún momento de la semana pasada hubo alarma en el lado de las mujeres de su hotel cuando recibieron advertencias de que el Talibán estaba buscando a posibles evacuados en el lado de los hombres y que había capturado a algunos de ellos.
“Estoy asustada de que nos separen y no nos dejen salir”, comentó. “Si no podemos salir de aquí, algo malo va a pasar. Y eso me da miedo”.
El secretario de Estado Antony Blinken dijo el martes que Estados Unidos estaba trabajando con los talibanes para resolver el problema. Rechazó la afirmación del representante republicano Michael McCaul realizada el fin de semana de que el conflicto en Mazar-e Sarif se estaba convirtiendo en una “situación de rehenes” para los ciudadanos estadounidenses del grupo.
“Nos han garantizado de que todos los ciudadanos estadounidenses y los afganos con documentos de viaje válidos podrán abandonar” Afganistán, dijo Blinken en Doha, Qatar, que ha sido un punto de tránsito importante para las frenéticas evacuaciones del mes pasado encabezadas por militares estadounidenses.
Más tarde, unos 12 legisladores demócratas se sumaron a la presión para llevar a cabo las evacuaciones en una carta en la que pidieron al gobierno federal divulgar sus planes para sacar a los cientos de personas en riesgo que siguen en Afganistán, incluidos estadounidenses.
Fuente: Diario las Américas