En Venezuela comienzan a verse señales de la dolarización digital asomada por Nicolás Maduro. El régimen ya había tomado la decisión de sumar a la banca nacional ante una inevitable dolarización de la economía. Una medida que no augura ningún tipo de solución.
“Este año vamos a avanzar hacia la economía 100 % digital. Ya se está autorizando, bajo la supervisión de la Sudeban, poder abrir cuentas a todo nivel en dólares”, dijo Maduro durante su engañoso balance anual.
Sobre esto, trascendió que un grupo de cuatro bancos venezolanos privados comenzó a emitir tarjetas de débito a clientes que tienen cuentas dólares. La medida está respaldada silenciosamente por autoridades que quieren extender el uso de dólares en transacciones de rutina, indicó una investigación de Reuters.
Según la agencia de noticias, funcionarios del Estado dieron luz verde a los bancos privados para permitir que sus clientes con cuentas en dólares usen su dinero para hacer transacciones en bolívares.
La estrategia de Maduro luce blanda. El objetivo de «regularizar, fortalecer y dinamizar el bolívar» decae cuando se toman en cuenta factores externos. Por ejemplo, si el pago del combustible finalmente se decide en moneda nacional, esto podría repercutir en el tipo de cambio e inflación.
El escenario lo explicó a PanAm Post, el director de Econométrica, Henkel García, en una entrevista reciente. Para bajar la hiperinflación, se trata de un “asunto de expectativas, de no caer en las tentaciones de usar al Banco Central como un sistema de pago”,
“La hiperinflación trae muchos demonios. Aquí quizá se trata de dominar algunos pero quedan otros sueltos”, afirmó.
Ni tan confiable
«¡Paga exacto y sin complicaciones!» se lee en su cuenta de Twitter. En la imagen se ven algunos de los supuestos beneficios que tendrá el usuario de esa tarjeta.
“El bolívar poco a poco se convertirá en una moneda para las transacciones, mientras que los ahorros serán en dólares”, dijo un ejecutivo de finanzas a Reuters.
Puede que no sea así. El tiempo dirá si la población confía en un sistema administrado por la dictadura, al punto de dejar ahí sus ahorros en dólares, en caso que tengan. Ya está claro que el venezolano apenas sobrevive en medio de una economía distorsionada y los salarios no se dan abasto.
“Sin instancias que protejan los depósitos, existe el miedo de que agarren los dólares y los conviertan en moneda local a una tasa arbitraria”, advirtió Henkel García en la reciente entrevista.
El funcionamiento sería así: cuando los clientes realicen compras con las tarjetas, los dólares asociados se ofrecerán al Banco Central de Venezuela, que a su vez subastará los billetes verdes como parte de su plataforma de cambio de divisas, que generalmente no cuenta con dólares, dijeron las fuentes a la agencia de noticias.
¿Volver al bolívar?
El nefasto coctel de la economía venezolana ha llevado a la población a aferrarse al dólar. No es raro ver a un venezolano con unos pocos dólares en el bolsillo. Las transacciones más simples se hacen en moneda extranjera y al régimen no le quedó otra que aceptarlo, a pesar que públicamente rechazaba la moneda estadounidense.
En lo digital, el escenario es aún más claro, las transacciones en dólares alcanzaban el 60 % para finales de 2020. El supuesto dinamismo que Maduro pretende dar al bolívar sería inviable con un proceso del dólar tan avanzado. Volver a la moneda nacional podría no ser una opción para el ciudadano de a pie que debe defender su poco poder adquisitivo.
Muchos de quienes residen en Venezuela acceden a los dólares por familiares en el exterior, o por empresas en la país que pagan a sus empleados en divisas. Mientras tanto, alrededor de unos 2000 millones de dólares en efectivo circulan en la economía, según la firma local Ecoanalítica.
El reto es grande para la dictadura, que a pesar de su socialismo no puede negar que necesita abrirse a una moneda más fuerte, aunque la medida pudo haber llegado un poco tarde para la fracturada economía.
Fuente: PanamPost