WASHINGTON- Bajar la inflación será un combate más largo del esperado, admitió el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, este jueves.
Las declaraciones del máximo responsable del Banco Central de EEUU reducen las posibilidades de un próximo recorte de tasas de interés en junio y septiembre.
El Banco Central estadounidense mantiene sus tasas de interés de referencia en 5,25-5,50%, un máximo en más de dos décadas, para contener el alza de precios.
Tasas altas suponen crédito más caro, lo cual desalienta el consumo y la inversión, y reduce presiones sobre los precios.
El objetivo de la Fed es una inflación de 2% anual. Pero en los últimos tres meses el ritmo de incremento de precios ha ido aún más hacia arriba, y con estos datos se diluye la posibilidad de un recorte de tipos de interés, muy esperado por los mercados.
Economistas independientes discrepan de las cifras de inflación que exponen las agencias del gobierno de Joe Biden desde el 2023.
¿Reducción de precios?
El año pasado, los precios de casi todos los productos se mantuvieron muy altos y muchos continuaron su tendencia de ascenso, como el de los alimentos, seguros y los artículos para el hogar junto a los servicios, entre ellos restaurantes, hoteles, y construcción.
Muchas empresas que cotizan en bolsa son altamente dependientes del crédito para su desarrollo, por lo que tasas altas enfrían sus perspectivas de crecimiento y golpean el ánimo de los inversores.
«Los últimos datos claramente no nos han dado mayor confianza, y en cambio mostraron que es probable que lleve más tiempo de lo esperado alcanzar esa confianza», sostuvo Powell en un evento en Washington el martes.
«Dicho esto, pensamos que la política (monetaria) está bien posicionada para manejar los riesgos que enfrentamos», añadió.
En recientes declaraciones, el presidente de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, dijo que las tasas de interés en vez de bajar irían nuevamente hacia arriba y podrían llegar al 8%.
Dimon es el estadista y banquero más influyente de EEUU y probablemente del mundo. Su desconfianza por la economía estadounidense, sus retos actuales y la incertidumbre por procesos internacionales y por las fallidas políticas de la administración Biden confirmaron las alarmas en Washington.
En marzo, los directivos de la Fed pensaban en tres recortes de tasas este año, y el mercado esperaba una primera rebaja en junio.
Los datos de marzo
Pero los datos de inflación de marzo hicieron recalibrar las perspectivas: ahora alrededor de 70% de los operadores piensan que la Fed podría comenzar a recortar sus tasas a mediados de septiembre, según los datos reunidos por CME Group. Sin embargo, esa probabilidad también se aleja a medida de que avanzan las semanas.
«Si la inflación alta persiste, podemos mantener el actual nivel de restricción (monetaria) tanto tiempo como sea necesario», indicó Powell el martes. «Al mismo tiempo, tenemos un significativo espacio para flexibilizar» las tasas «si el mercado laboral inesperadamente se debilitara».
«Ahora mismo, dada las condiciones del mercado laboral y los «avances» en la inflación, es apropiado dejar que la política restrictiva siga haciendo su tarea y dejar que los datos y la perspectiva nos guíen», concluyó Powell.
La inflación a 12 meses en Estados Unidos se ubicó en marzo en 3,5% frente a 3,2% en febrero, según las cifras del gobierno de Biden.