El Banco Mundial redujo su pronóstico de crecimiento para la economía salvadoreña en el 2021. El organismo, que publicó ayer su informe semestral sobre América Latina y el Caribe, espera que la economía de El Salvador crezca un 4.1 % este año, una cifra por debajo del 4.6 % que dio a conocer en enero pasado y del 4.9 % que estimó a finales del 2020.
El multilateral destacó que el país tuvo éxito en contener los peores efectos de la crisis por la covid-19, pero a un alto costo macroeconómico y fiscal, debido a las vulnerabilidades fiscales que ya había acumulado antes de la crisis y a la generosidad de la respuesta gubernamental, la cual fue financiada principalmente con deuda.
El Banco Mundial apunta a que El Salvador, en su situación actual, requiere de una gran consolidación fiscal, cuyo desafío será gestionarla, al mismo tiempo que fomenta la recuperación económica y mitiga el impacto social de la pandemia, según el apartado dedicado al país en su informe semestral «Volver a Crecer».
De hecho, varios economistas salvadoreños han señalado que el haber postergado durante muchos años un ajuste fiscal, es decir bajar los gastos y subir los ingresos para equilibrar las finanzas del país, tendrá como resultado que ahora este debería que ser mayor al que se había calculado inicialmente, y el cual era el equivalente a un 3 % del PIB (Producto Interno Bruto).
Según este reporte, El Salvador es el cuarto país de Centroamérica más afectado por la crisis derivada del covid-19, solo superado por Panamá, que tuvo una caída del -17.9 % de su economía; Belice, cuya economía cayó un -14.1 %; y Honduras, con una contracción del -9 %.
En tanto, la economía de Guatemala fue la que mejor sorteó la crisis, ya que su PIB solo cayó un -1.8 %. Nicaragua, por su parte, se contrajo un -2.5 % y Costa Rica un -4.6 %, según los cálculos del Banco Mundial.
En su publicación, el multilateral ubicó la caída estimada de la economía salvadoreña el año pasado en un -8.6 %. Empero, la semana pasada el Banco Central de Reserva (BCR) informó que la economía de El Salvador finalizó el año 2020 con una caída en su PIB de -7.9 %. Esta es una de las contracciones más fuertes desde los años 1980 y 1981, cuando el PIB cayó hasta un -11.77 % y -10.45 %, respectivamente.
En 2020, la economía mundial sufrió un freno en la oferta y la demanda derivado del confinamiento que se decretó en muchos países para frenar la expansión de la covid-19. La contracción observada el año pasado implicó que la economía salvadoreña perdiera $2,258 millones, así el PIB llegó a los $24,638.7 millones, niveles similares a los registrados en 2016 ($24,191.4 millones), es decir un retroceso económico de cuatro años.
«(En) Abril y mayo fue donde la economía sufrió los peores estragos y en junio se dio la tormenta Amanda, luego llegó Cristóbal y después los huracanes Eta e Iota», recordó el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Douglas Rodríguez.
Según el funcionario el mayor impacto se dio en el segundo trimestre del año cuando se llevó a cabo el confinamiento estricto ya que el PIB trimestral cayó -19.4 % comparado a 2019, en el tercer trimestre la caída fue menor y llegó a -9.9 % y el IV trimestre fue de -2.3 %. Para el 2021, el BCR espera que el crecimiento de la economía ronde entre un 5 % y 6 %.
- Consecuencias
La crisis económica que se inició en 2020 tuvo como uno de sus principales efectos la pérdida de empleos. De acuerdo con cifras oficiales, con la crisis se perdieron cerca de 80,000 trabajos. Para junio de 2020, el Sistema de Ahorro para Pensiones (SAP) registraba que 79,900 cotizantes habían salido del sistema.
Al cierre del 2020, el Seguro Social registraba 831,479 cotizantes efectivos, 36,666 plazas menos a las 868,145 que se registraba en enero de ese mismo año.
«América Latina y el Caribe ha sido la región más golpeada del mundo en término de la cantidad muertos y pérdida de la actividad económica, la caída del producto que hemos tenido», dijo Martín Rama, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe en el informe presentado ayer. Para el organismo, en 2021 no se volverá por completo a la normalidad.
«El 2021 es todavía un año de covid, aún con la vacunación es posible que no estemos en inmunidad de grupo antes de finales sino después», resaltó Rama.
Entre los desafíos a los que se enfrenta Latinoamérica están la pérdida de capital humano, debido a que las cuarentenas muy prolongadas han mantenido a niños y jóvenes lejos de las escuelas. Por otra parte está la pérdida de empleos y el sobreendeudamiento de los países para contar con estímulos económicos para las familias y las empresas.
«Puede llevar un tiempo para que sepamos cuán saludables están las empresas o no», indico el economista del Banco Mundial. En el informe, el organismo también hace un análisis de dónde está América Latina en su preparación para la digitalización. Un desarrollo que de momento es desigual en la región y «desigual dentro de los países con la mitad de la gente que no tiene buen acceso a la internet», apuntó el economista.
Un área en la que Latinoamérica tiene gran ventaja es en su matriz energética, con muchas fuentes renovables, que de ser eficientes debería ser la más barata del mundo; pero, sin embargo, se tiene la energía más cara del mundo para las familias y las empresas.
Fuente: El Economista