Las presiones sobre la inflación en México están asociadas a choques que se espera sean transitorios, aunque existen riesgos sobre la formación de precios vinculados a la pandemia de coronavirus, estimó Banxico de acuerdo con la minuta de la última decisión de política monetaria, publicada en las últimas horas.
La autoridad monetaria elevó hace dos semanas por segunda vez consecutiva y en una decisión dividida la tasa de interés clave en 25 puntos base, para ubicarla en un 4.50%, citando la necesidad de reforzar la postura monetaria para evitar afectaciones en las expectativas de inflación.
La mayoría de los miembros de la junta de gobierno consideró que “la balanza de riesgos para la inflación en horizonte de pronóstico es al alza” y que las expectativas tanto para la medición general como para la subyacente para el cierre del año volvieron a incrementarse, según la minuta.
En la primera quincena de agosto, la inflación interanual se desaceleró más de lo esperado debido principalmente a una disminución en el precio del gas LP, que empezó a ser regulado recientemente. No obstante, avanzó a un 5.58%, aún muy por encima de la meta del 3% +/- un punto porcentual.
Pese a la tendencia creciente de los precios, la mayoría de los subgobernadores de Banco de México (Banxico) destacó la estabilidad de la cotización del peso y su mejor desempeño en comparación con otras economías emergentes. Respecto a la economía, la mayoría de la junta de gobierno subrayó que la recuperación continuará el resto del año, aunque advirtió que sigue siendo débil y heterogénea entre sectores, con magros comportamientos tanto en la inversión como en exportaciones, sobre todo manufactureras.
Entre abril y junio, el Producto Interno Bruto (PIB) aceleró su ritmo, al expandirse un 1.5% a tasa trimestral, según datos oficiales. El gobierno mexicano estimó en su informe de finanzas públicas que este año la economía crecerá un 6%, lo que coincide con el escenario central proyectado por Banxico en junio.
Fuente: Forbes México