«Estoy tratando que crear un nuevo tipo de consenso bipartidista», dijo el presidente del BID, que fue asesor del gobierno del expresidente republicano Donald Trump.
Su elección para dirigir el organismo multilateral levantó ampollas en la región, ya que rompió un pacto no escrito según el cual durante sus 60 años de existencia el banco siempre fue encabezado por un latinoamericano.
En diciembre, el senador demócrata Bob Menéndez y su colega republicano Marco Rubio presentaron un proyecto para que el gobernador de Estados Unidos en el banco -que es el accionista mayoritario- vote a favor de un aumento de capital de 80.000 millones de dólares.
Este proyecto legislativo permitiría que la capacidad de préstamo del banco creciera a cerca de 20.000 millones cada año, una cantidad cercana a los 21.600 millones prestados en el 2020, cuando debido a la pandemia hubo un desembolso excepcional.
La pandemia ha dejado 606.045 muertos en América Latina y el Caribe, y según el Fondo Monetario Internacional (FMI) este año el PIB de la región crecerá 4,1%, tras una contracción del 7,4% en 2020.
Claver-Carone afirmó que el BID es el prestamista de preferencia para Latinoamérica, pero que si la entidad no da un paso adelante y tiene los recursos disponibles, «la región va a buscar alternativas».
Este abogado de 46 años, de ascendencia cubana y nacido en Miami, busca que su presidencia sea un contrapeso a la influencia china en la región.
«A Estados Unidos le corresponde y le corresponde al Congreso de Estados Unidos apoyar un aumento de capital del banco», afirmó Claver-Carone. «Ojalá hayamos aprendido de los errores del pasado», agregó.
Relocalizar en la región
Para Claver-Carone, este proyecto «podría ser el primer verdadero Plan Marshall desde la Alianza para el Progreso», impulsada por el presidente estadounidense John Kennedy en la década de 1960.
El plan Marshall fue un programa estadounidense para la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial.
Uno de los ejes del plan del nuevo presidente del BID, que reemplazó en octubre del año pasado al colombiano Luis Alberto Moreno, es captar para la región el flujo de empresas que han deslocalizado sus servicios a China y Asia, y que tras la pandemia buscan una alternativa más cercana.
Claver-Carone señaló que el objetivo de la próxima asamblea de gobernadores -que se celebrará en Barranquilla en un formato semivirtual entre el 17 y el 21 de marzo- es lanzar un «conjunto de herramientas de ‘nearshoring'», un proceso para que las empresas que han externalizado procesos en destinos lejanos, elijan sedes más cercanas y que en este caso estarían en la región.
«Podemos ayudar al sector privado no sólo a encontrar esas oportunidades, pero también podemos aportar incentivos para relocalizarse en la región», explicó.
Fuente: Diario las Américas