Culpar a Donald Trump por la situación en Afganistán es «patético», según su antiguo secretario de Estado, Mike Pompeo, quien fue cuestionado en televisión, al ser el primer representante de peso del gobierno de Estados Unidos que se reunió con el Talibán tras el inicio de la guerra.
En dicha intervención, Pompeo ahondó sobre la estrategia que se tenía para preservar la calma en el territorio afgano. A su vez, respondió que negociaron para vencer a Al Qaeda, así como también los enfrentaron cuando fue necesario. Acorde dicta El Arte de La Guerra: «Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas».
El poderío de Estados Unidos se vio en su capacidad de negociación. Con un empresario como Donald Trump a cargo de la nación, pudieron incluso llegar a un acuerdo con un enemigo histórico como Corea del Norte, al igual que lograron pactar alianzas en una zona tan álgida como Medio Oriente.
«Todo presidente enfrenta desafíos (…) Este presidente (Biden) enfrentó un desafío en Afganistán y no ha logrado proteger al pueblo estadounidense de este desafío. Deberían aplastar a los talibanes que rodean Kabul, podemos hacerlo con el poder aéreo estadounidense», exclamó Pompeo.
Y es que la era de paz en el Medio Oriente, al parecer, llegó a su fin con la gestión de Joe Biden, bajo cuyo gobierno el fundamentalismo islámico se sintió envalentonado y tomó el control de este país que por décadas estaba bajo supervisión de Estados Unidos.
Al respecto, Pompeo sentenció lo que a su juicio era el modo más viable de solventar este problema: «Deberíamos presionarlos, deberíamos infligirles costes y dolor. Esta Administración suplicó. Se disculparon. No proyectaban la fuerza estadounidense. Los talibanes se dieron cuenta de que estaban débiles y lo atravesaron con un camión».
El ministro del Interior afgano, Abdul Sattar Mirzakwal, dijo que la nación tendría una «transferencia pacífica del poder» a un gobierno de transición liderado por los talibanes. Esa alternativa pareciera poco posible, según la descripción de Pompeo que se refiere a los talibanes como «carniceros».
Aunque acusan al Gobierno de Trump de haber causado el conflicto actual, su secretario de Estado explica lo contrario. Su gestión se caracterizó por ser la primera en casi medio siglo que no inició un conflicto armado y el retiro de tropas fue parte clave de esto.
Trump tenía previsto sacar las tropas de Afganistán en mayo. Sin embargo, el retiro planificado incluía negociaciones con el Talibán para garantizar la seguridad del personal diplomático americano y la población civil afgana. Esto es algo que no ha logrado la administración de Biden.
«Teníamos un modelo en el que habíamos dejado en claro cuáles eran nuestras líneas rojas. Aclaramos también las cosas que estábamos dispuestos a hacer para defendernos. Podríamos haber ejecutado un plan de una manera que hubiera llevado a la retirada ordenada», agregó Pompeo.
Para contrarrestar el caos que se desató en Afganistán, Biden ordenó que se enviaran 5000 soldados adicionales a Afganistán para facilitar la «retirada ordenada y segura del personal estadounidense y otro personal aliado y una evacuación ordenada y segura de los afganos que ayudaron a nuestras tropas durante nuestra misión y aquellos en riesgo especial por el avance de los talibanes». »
Sin embargo, se mantiene firme en su decisión de haber retirado las tropas de la forma que lo hizo.
«Un año más, o cinco años más, de presencia militar estadounidense no habría hecho una diferencia si el ejército afgano no puede o no quiere mantener su propio país y una presencia estadounidense interminable en medio del conflicto civil de otro país no era aceptable para mí», agregó Biden en su conferencia de este lunes.
Para Pompeo, el presidente Biden debería centrarse menos en tratar de culpar de esto a otra persona que en resolver el problema de asegurarnos de que protegemos y defendemos la seguridad estadounidense.
Fuente: PanamPost