WASHINGTON — El presidente Joe Biden justificó la decisión de su gobierno de dispensar 26 leyes federales para construir unas 20 millas de muro fronterizo en el sur de Texas, para detener la inmigración irregular, una acción que ha tomado casi tres años después de llegar a la Casa Blanca.
La medida representa un giro a su política de fronteras abiertas y su férrea oposición a la construcción del muro. Hoy afirma que no tenía más opción que usar fondos previamente asignados para erigir la barrera con el propósito de frenar la migración ilegal a través de la frontera sur.
Atrás quedan las promesas de campaña de Biden en 2020, cuando afirmó que «no se construirá ni un pie (0,30 metros) más de muro» durante su administración.
Una de las primeras decisiones de Biden como presidente fue detener el uso de fondos de emergencia para construir el muro a lo largo de la frontera sur y poner fin a la emergencia nacional allí.
En un anuncio en el registro federal, el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, justificó la ampliación del muro debido a la «necesidad aguda e inmediata» de «evitar entradas ilegales» en la frontera.
Una medida tardía para los republicanos debido a que el caos en la frontera se ha trasladado a grandes ciudades en Nueva York. En los últimos 11 meses Estados Unidos registra el ingreso de 2.556.164 inmigrantes indocumentados, de acuerdo con el último informe publicado por la Oficina de Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
La decisión entra en vigor este jueves, cuando Mayorkas, el jefe de la diplomacia Antony Blinken y el fiscal general Merrick Garland se encuentran en México para hablar precisamente de migración y tráfico de fentanilo.
Su vecino está descontento con la medida y lo ha hecho saber sin rodeos.
«Esa autorización para la construcción del muro es un retroceso porque eso no resuelve el problema, hay que atender las causas» de la migración, afirmó el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Tampoco agradará a los ecologistas, ya que para poder instalar en Texas lo que denomina «barreras físicas y caminos adicionales», el gobierno deroga una veintena de leyes y regulaciones federales, muchas de ellas medioambientales.
A lo largo de décadas, distintos gobiernos republicanos y demócratas han levantado algún tipo de vallado en las zonas fronterizas con México.
Donald Trump, con el que Biden podría volver a batirse en duelo electoral en las presidenciales de 2024, convirtió la construcción de un muro fronterizo en uno de los ejes de su política migratoria y aseguró que México pagaría por él.
Fondos de 2019
Cuando llegó a la Casa Blanca, Biden decidió suspender la construcción del muro y poner fin al uso de fondos para su financiación.
El demócrata repetía que la construcción de un muro en la frontera no es una solución política al problema y pidió al Congreso que los recursos se destinarán a garantizar la seguridad fronteriza mediante la tecnología.
Pero en el Congreso no pudo convencer a los republicanos, que le acusaban de haber causado una crisis fronteriza.
Biden dice que «no puede impedir» que se use un dinero asignado por el Congreso en el año fiscal 2019, cuando gobernaba Trump, para la construcción de una barrera fronteriza en el Valle del Río Grande.
«El dinero fue asignado para el muro fronterizo. Intenté que lo reasignaran, que redirigieran ese dinero. No lo hicieron», declaró Biden.
«Aplicamos la ley»
«Aplicamos la ley», insistió su portavoz Karine Jean-Pierre en su rueda de prensa diaria.
«No significa ningún cambio de política», coincidió Mayorkas en México. «Un muro fronterizo no es la respuesta, esa sigue siendo nuestra posición», pero «la ley exige que el gobierno utilice estos fondos para este propósito», justificó el cambio de medida.
Las nuevas vallas se construirán en el Valle del Río Grande por ser un área de «elevada entrada ilegal», señala el DHS.
Desde octubre de 2022 hasta principios de agosto, la patrulla fronteriza interceptó a más de 245.000 personas que intentaban ingresar al país por ese sector.
¿Presionado Biden?
Biden llevaba meses bajo presiones no solo de los republicanos, sino también de ciudades gobernadas por demócratas que no daban abasto ante la llegada de miles de migrantes que han causado problemas al presupuesto debido a la carga económica que representa la inmigración irregular.
Además recientemente el ala dura de los republicanos se opuso a destinar más fondos a la guerra en Ucrania por estimar que deberían usarse contra la crisis migratoria.
Esta oposición casi provoca una parálisis presupuestaria.
La portavoz de la Casa Blanca niega que la construcción del muro sea un gesto para que los republicanos acepten un nuevo paquete para Ucrania. «No establecería un vinculo», afirmó.
Más de 7.5 millones de inmigrantes
La oleada de inmigrantes cruzando la frontera sur sigue en ascenso. En agosto ingresaron más de 304.000 personas a Estados Unidos.
En total, durante la administración Biden han ingresado al país 7.583.228 migrantes, reporta la CBP:
1.956.519 ingresaron en el año 2021
2.766.582 en 2022,
2.860.127 en 11 meses 2023, es decir hasta agosto de 2023.
La crisis migratoria se ha convertido en un escollo en la carrera de Biden a la reelección.
Los demócratas lo saben y en las últimas semanas han tomado medidas, como el envío adicional de 800 efectivos militares a la frontera o la reanudación de deportaciones de migrantes venezolanos a su país, previo acuerdo con el gobierno del mandatario Nicolás Maduro, sometido a sanciones de Washington.
Crisis migratoria en ciudades de EEUU
La decisión anunció mientras el gobierno de Biden pasa apuros para enfrentar el número cada vez mayor de inmigrantes en la frontera y otras partes de Estados Unidos. Los alcaldes demócratas de Nueva York, Chicago y Washington están pidiendo ayuda federal para gestionar el creciente número de inmigrantes en sus ciudades. Funcionarios del gobierno anunciaron el jueves que reanudarían la deportación de migrantes a Venezuela, como parte de sus labores para frenar las llegadas.
Los republicanos, por su parte, están criticando al presidente por ser ineficaz en la política fronteriza, y algunos indican que no aprobarán más ayuda a Ucrania sin un aumento sustancial de los fondos para la seguridad fronteriza.
El Departamento de Seguridad Nacional publicó el anuncio en el Registro Federal con pocos detalles sobre la construcción que se realizará en el condado Starr, en Texas, que es parte de un sector de la Patrulla Fronteriza donde hay un gran número de cruces ilegales.
Los aliados de Trump dijeron que la medida demostraba que el expresidente tenía razón. Trump, el favorito para obtener la nominación presidencial republicana en 2024, también se pronunció al respecto, y afirmó que las acciones del gobierno demostraban que tenía razón en lo que respecta al muro.
“Como he dicho a menudo, durante miles de años, sólo hay dos cosas que han funcionado consistentemente: ruedas y muros”, escribió Trump en sus redes sociales. «¿Se disculpará Joe Biden conmigo y con Estados Unidos por tardar tanto en ponerse en marcha? Yo espero sus disculpas”, escribió.