El New York Post reveló en octubre pasado un escándalo relacionado con los negocios del hijo de Joe Biden en el exterior. Las redes sociales como Facebook y Twitter censuraron la información. Al menos ocho medios se dedicaron a desestimarla, asegurando que se trataba de una operación rusa de desinformación. Pero posteriormente el FBI admitió que había una investigación al respecto y ahora la Casa Blanca reconoce la participación financiera de Hunter Biden en una empresa china. Durante la campaña, el entonces candidato demócrata prometía que nadie de su familia tendría relación comercial con países o corporaciones extrajeras si era elegido presidente.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo en una reciente conferencia de prensa que Hunter Biden aún estaba trabajando para poner fin a su participación del 10 % en una firma de inversión formada por entidades estatales en China.
“Él ha estado trabajando para deshacer su inversión, pero ciertamente le indicaría que por tratarse de un ciudadano privado se dirigiera a él o a sus abogados externos para cualquier novedad”, respondió Psaki al reportero del New York Post, Stephen Nelson, cuando le preguntó sobre la participación accionaria de 10 % del hijo del presidente, a propósito de la promesa de Joe Biden de que esto no ocurriría si él llegaba a la Casa Blanca.
Nada ha cambiado
La promesa de Joe Biden en octubre de 2019 fue la siguiente: “Nadie en mi familia tendrá una oficina en la Casa Blanca, asistirá a reuniones como si fuera miembro del Gabinete y ni siquiera tendrá alguna relación comercial con alguien que se relacione con una corporación extranjera o un país extranjero”, según recuerda Breitbart.
Ese compromiso no se ha saldado. Han pasado casi tres semanas desde que el demócrata asumió la presidencia y casi año y medio desde que hizo esta promesa y el polémico Hunter no ha retirado su capital de la empresa china Bohai Harvest RST Shanghai Equity Investment Fund Management, comúnmente conocida como BHR Partners. La confesión de la secretaria de prensa de la Casa Blanca indica que no realizó este proceso durante la campaña ni en los más de dos meses de transición.
La respuesta de Psaki muestra además que poco ha cambiado desde la administración de Barack Obama, cuando en mayo de 2014 el reportero de Associated Press, Matt Lee, preguntó sobre las “percepciones de conflicto o amiguismo” de la familia Biden y la vocera fue Jen Psaki, en ese momento en el cargo de portavoz del Departamento de Estado. “No, él es un ciudadano privado”, sentenció hace siete años sin agregar detalles.
En octubre de 2019, coincidiendo con la fecha en la que Joe Biden hizo la particular promesa, su hijo Hunter anunció su renuncia a la junta directiva de BHR Partners. Sin embargo, la reciente respuesta de Psaki indica que aunque ha tenido 15 meses para desprenderse de su participación, Hunter Biden no lo ha hecho.
Relaciones con Ucrania, China y Rusia
Durante la campaña presidencial, el New York Post reveló correos electrónicos sobre un presunto tráfico de influencias que involucra a Hunter Biden con su padre, cuando se desempeñaba como vicepresidente de Barack Obama. De acuerdo con la información, Hunter le presentó a su Joe Biden un alto ejecutivo de la empresa de gas ucraniana, Burisma.
Se trataba de Vadym Pozharskyi, asesor de la junta directiva de la empresa de la que también Hunter Biden formaba parte. Según un correo electrónico de mayo de 2014, Pozharshkyi buscó consejos de Hunter Biden sobre la forma en que “podría usar su influencia” en nombre de la empresa.
Esto habría ocurrido menos de un año antes de que Joe Biden presionara a funcionarios del gobierno ucraniano para que despidieran a un fiscal que estaba investigando a la compañía, según afirma el New York Post.
Casi en paralelo, el presidente del Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado, Ron Johnson, y el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Chuck Grassley, presentaron un informe sobre los negocios de Hunter Biden en el extranjero. Además de la participación en la junta directiva de Burisma Holdings LTD, en Ucrania, también se dieron a conocer pagos millonarios que habría recibido de ciudadanos chinos y rusos con antecedentes cuestionables.
Una de las contribuciones más polémicas fue la que recibió Hunter Biden de Elena Batúrina, segunda esposa del exalcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, quien es señalada de haber recibido contratos ilegales de construcción de su esposo.
También se revela en este informe las asociaciones comerciales con los empresarios chinos Ye Jianming, Gongwen Dong y otros vinculados al régimen comunista de Xi Jinping y al Ejército Popular de Liberación. De acuerdo con el documento, el bufete de Hunter Biden recibió 6 millones de dólares del multimillonario chino Ye Jianming.
Escándalo censurado
Las redes sociales como Facebook y Twitter hicieron su parte de para tratar de frenar la difusión del escándalo. Adicionalmente, grandes medios como The New York Times, The Washington Post, Rolling Stone, Business Insider, Newsweek, NBC News, Politico y The Hill desestimaron la denuncia del New York Post y el informe del Senado, asegurando que se trataba de una “operación de desinformación rusa”.
A comienzos de diciembre se conoció que La Oficina del fiscal de Estados Unidos en Delaware, en conjunto con la agencia de investigación criminal del IRS y el FBI, se había sumado a las averiguaciones por «asuntos fiscales» del hijo de Joe Biden. Aunque oficialmente no anunciaron detalles de la investigación, una nota de CNN aseguraba que se debía a presuntas violaciones de las leyes fiscales y de lavado de dinero por negocios en países extranjeros, principalmente China.
Fuente: PanamPost